Persistir en el error

Montanuy. Una pequeña localidad de no más de 340 almas empadronadas, enclavada en el corazón del Pirineo. El Pirineo, seguramente el último gran espacio salvaje de toda Europa Occidental. La noticia: se aprueba un Plan General que propone más de 2.000 nuevas viviendas y una decena de hoteles. La excusa para semejante aberración urbanística: nuevas pistas de esquí.

Cuando se ha demostrado que el modello de desarrollo turístico mediterráneo es un fracaso, tanto para la calidad de vida de sus habitantes como modelo sostenible, cuando las consecuencias de ese modelo de expansión urbanística en nuestras costas ha desembocado en una Ley de Costas que prentende salvaguardar las mismas incluso con la expropiación de lo allí construído, cuando estamos viviendo una crisis económica mundial de características apocalípticas, el Gobierno de Aragón, encabezado por el inefable Marcelino Iglesias, vuelve la mirada a mediados del siglo pasado y apuesta por un modelo de desarrollo turístico para el Pirineo que los medios de comunicación (de formación de masas) califican de "apuesta por el turismo de naturaleza y nieve"

Quizá muchos se pregunten la causa de que un partido que se autodenomina socialista, en Aragón haga estas atrocidades. ¿Quizá porque vuelve su mirada al desarrollismo soviético de los 50 y 60 sin contabilizar los costes ambientales? Obviamente no, esa no es la razón.

Quizá sea porque sus análisis no pasan de la lucha de clases y todavía no son permeables a la crisis medioambiental que desde los años 80 los grupos ecologístas mundiales vienen denunciando cada vez con más fuerza. Podría ser, pero esa enfermedad se cura leyendo, incluso viendo algún documental en la tele, o tan sólo los telediarios. Además, con un Ministerio de Medio Ambiente que tutela a las administraciones gobernadas por el PSOE les pude orientar en qué aspectos son en los que mete la pata. En defintiva, estudiando un poco podría curarse esa enfermedad. Pero no es tampoco esa la causa. El PSOE aragonés conoce perfectamente toda la teoría y además, en campaña, la pone en práctica en los mítines para engañar a los incautos (que son muchos). No, no. El cáncer es más profundo y requiere cirujía mayor.

El PSOE aragonés no tiene discurso de clase. Pero tiene una alianza estratégica con el sector financiero de esta tierra: con IBERCAJA. Juntos han creado un monstruo que se llama ARAMON. Ese monstruo tiene como objetivo fomentar el turismo de la nieve y que miles de catalantes, vascos, madrileños e incluso zaragozanos acudan como borregos los fines de semana a descender con unas tablas por la ladera de una montaña y de paso dejen algunos euros a las maltrechas economías montañesas.

¿Es eso cierto? Pues tampoco. Las estaciones de esquí no son rentables en sí mismas. Como negocio son ruinosas. Los euros que dejan los miles y miles de esquiadores cada fin de semana, son importantes, pero no son montañas que hagan prosperar a nuestros valles pirenáicos, no hay más que ver el valle del Canfranc, con las estaciones decanas y la agonía que atraviesan. Incluída la capital, Jaca, que tras años de apuesta por el turismo se convertirá en breve en un pueblo que no llega a los 10.000 habitantes (quien la ha visto y quien la ve)

¿Entonces? Entonces el negocio no es la nieve, ni los restaurantes, ni los puestos de trabajo temporales... el negocio son las hipotecas. Y allí es donde entra IBERCAJA. Y allí es donde entra el PSOE aragonés. El PSOE modifica el territorio, lo machaca, lo destruye sabiendo que no hay futuro a medio plazo con ese modelo, pero mientras tanto IBERCAJA financia las hipotecas de los apartamentos. Ese es el verdadero negocio, el de la banca, el de las dos mil viviendas en Montanuy. Y la prueba del nueve es muy fácil: pregunten si ARAMON (es decir IBERCAJA) apuesta por la ampliación de las pistas en Castaneda sin la construcción de las viviendas. La respuesta es obvia: NO. Sin 2.000 viviendas no hay esquí. Por lo tanto el esquí, es decir, nuestro Pirineo, es la excusa. El PSOE está en manos de la banca y actúa al dictado de sus intereses.

Ahora bien, demostrado el error y en medio de una crisis de la construcción sin precedentes que es consecuencia de una crisis económica mundial, cuando se está intentando recomponer el modelo capitalista mundial porque el modelo actual está fracasado... volver a la carga con el modelo fracasado ¿no demuestra que el PSOE, además de ser la voz de su amo, es un mal gestor del sistema capitalista ya que apuesta a caballo perdedor?