Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 7 de octubre de 2009

El león de Banastás

¿Recuerdan allá por 2005 el debate suscitado sobre la presencia de un enorme felino que rondaba por la Hoya de Huesca? Incluso, creo recordar el mismo Alcalde había llegado a ver al león (o leona que no recuerdo bien) entre la cantidad de creyentes en misterios propios de los libros de J.J. Benitez.

Recuerdo que a los excépticos (los que aplicábamos la razón para negar tal acontecimiento como la comida del gatito y otros menesteres similares) se nos tildó de muchas cosas.

Hoy la noticia (con tv y todo) es el avistamiento de un nuevo león (o leona, nunca se sabe) por las tierras turolenses. Claro, allí hay más monte y menos gente. Bueno, en poco tiempo parece ser que han despejado la duda y parece ser un perro grande, tipo albino.

Estos fenómenos son ocurrentes en el tiempo (avistamientos de OVNIS, en Gratal, psicofonías en Montearagón, en la plaza General Alsina -antes de su urbanización, claro está- y otras muchas que seguró al sufrido lector le vendrán a la cabeza.

La población en general, en tiempos de miseria intelectual y espiritual, es fácilmente conmovible con fenómenos inexplicables que le sirven de reposo a su inquietud generalizada. Igual que un león, mañana puede ser una aparición Mariana (de esos hay muchos creyentes, interesados o no) o la aparición de un populista demagogo que se haga con un buen puñado de votos, del tipo Berlusconi, Gil y Gil u otro similar.

El campo está labrado y abonado, tiene tempero, sólo falta la semilla.

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