Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

lunes, 11 de enero de 2010

La expo

Copio y pego una interesante opinión de José Luis Trasobares en su columna diaria del Periódico de Aragón.

Me recuerda a otros fastos no iniciados como la Gran Stafa, los dineros metidos en Huesca para se Expo ¿Se acuerdan?, etc.

Escribo sobre ésto y no sobre otras cosas porque fatos hay en todas partes.

"La aparición de un libro retrospectivo sobre la Expo. firmado por Rafael y Diana López ha causado notable sensación en el foro, lo cual demuestra lo poco acostumbrados que estamos a darnos de bruces con opiniones críticas o con la simple realidad tal cual. Pero El cachirulo de las vanidades (que tal es el título de la obra en cuestión) no hace sino pasearse por todos los titulares e informaciones oficiales/oficiosas que rodearon al 2008 para demostrar con qué facilidad se le venden a la opinión pública aragonesa las mixtificaciones, invenciones, medias verdades y medias mentiras de quienes gobiernan.

¡Por supuesto que la Expo no fue ningún éxito! Sólo hay que analizar el 2009 para captar el fracaso de las grandilocuentes acciones que alcanzaron su clímax en el año anterior. Ni mayor relevancia de Zaragoza en el mercado de ciudades, ni más turistas, ni un legado intelectual que nos ponga en el mapa, ni búsqueda alguna de la sostenibilidad que supuestamente dio contenido al certamen de Ranillas. Claro que llamar a esto fracaso a lo mejor tampoco es correcto, puesto que la Expo nunca llegó a ser concebida (ahora lo vemos claramente) como una acción de alcance internacional, sino como una especie de larga fiesta veraniega destinada básicamente al disfrute de los zaragozanos y gente de los alrededores. Y tal objetivo se alcanzó sin problemas. El personal de aquí se quedó encantado. Otra cosa es que ahora, con la crisis encima, a muchos se les olviden aquellos maravillosos días y a otros (los menos y los más agudos) se les abran los ojos sobre la desproporción que hubo entre una inversión de capital público tan enorme y sus logros permanentes a medio y largo plazo.

¿Hubiésemos entendido otro tipo de Expo, más sofisticada, más ambiciosa, menos obvia en edificios emblemáticos y más volcada en los contenidos, mejor vendida en el exterior y más proyectada hacia el análisis ecologista y la auténtica sostenibilidad? Ésa es la duda. A lo mejor tanto Belloch como Gistau y Blasco se limitaron a cubrir el expediente de cara a la parroquia, su parroquia. Sólo fueron a montar un festival, no a cambiar ni la ciudad ni (mucho menos) el mundo."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Leo en un comentario de Lorenzo Meler a la entrada sobre la cabalgata de reyes que el sábado murió un etnólogo oscense, me voy al "altoaragón" y me entero que ha fallecido Manuel Benito, persona a la que traté algo en los años 80, cuando vivía en Huesca.
Me extraña que usted no haya hecho ninguna referencia a esto, ya que por lo que veo en internet eran ustedes correligionarios (o sea, de la misma religión)
Leo también en radiohuesca.com que terminó sus días desencantado de Huesca, una ciudad que, según él, se portó con él de una manera altanera, y que fue poco amigo de formar parte de mafias y capillitas y de rendir culto a los caudillos locales.
¡No me extraña que no le gustara Huesca!

En fin, lo dicho, me extraña que, siendo ustedes correligionarios, no haya hecho ningun comentario al respecto.

Espartaco dijo...

El fallecimiento de Manolo ha sido un duro golpe para muchas personas de toda la provincia, no sólo de Huesca. Era una persona de principios firmes, amigo de sus amigos, investigador, humanista... y sobre todo consecuente.

Cierto que no he escrito nada al respecto sobre él, y eso que lo he pensado, es más incluso comencé a escribir un post al respecto pero por diferentes motivos que no vienen a cuento (son motivos de carácter personal) preferí no hacerlo y sumarme a las despedidas colectivas e individuales que se han hecho desde otros ámbitos.

En todo caso, ya que usted lo nombra, sirva esto como recordatorio a su persona y a su vida.