Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 25 de febrero de 2010

Rosa Díez, esa mujer.

"Defíname a Zapatero", pidió él. "Zapatero podría ser gallego, en el sentido más peyorativo del término", contestó ella. "¿Y Rajoy?", volvió a preguntar el entrevistador. "Rajoy es gallego", dijo la diputada de Unión, Progreso y Democracia en el Congreso.

De esto nos informa hoy El País y que sucedió en el informativo de Iñaki Gabilondo.

No tiene desperdicio. No hace poco Guillermo en su blog nuevo huesca.es (http://nuevohuescaes.blogspot.com/) nos recordaba otra gloriosa intervención, esta vez desde la poltrona del Congreso de los Diputados, de esa gran mujer. No es nadie haciendo amigos la sra. Díez. Yo pienso que con esas declaraciones se le ve un poco el plumero y piensa que en España hay gente de primera y de segunda. Ahora se entiende mejor su obsesión con el tema autonómico.

Es indudable que Rosa Díez ha mejorado, y con creces, al dedo de Aznar. El dedo de Aznar estaba sólo destinado a rojos y masones, pacifistas y gentes de mal vivir. El insulto de Rosa Díez es al conjunto de una población.

No valen excusas de que sólo insultó a Zapatero, lo hizo con Rajoy y lo hizo sin ambigüedades.

Mejor así.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

ah,la mierdecilla de hoy. Le ha faltado sacar a colación al diputado del pp valenciano que llamó hijoputa a otra diputada, al del pp que conducía borracho, etc. ¡Qué bien se lo pasa usted revolviéndose en la mierda ajena! Este blog tiene muy poco nivel, Maribel. Dan ganas de no leerlo y de tirar de la cadena.

Espartaco dijo...

Acompáñelo con abundante papel de WC.

Anónimo dijo...

Cuanto admiro a los que siguen ese blog para mortificarse. Lo deben hacer como penitencia para evitar días de purgatorio.

Unknown dijo...

172.- Si no eres mortificado nunca serás alma de oración.
180.- Donde no hay mortificación no hay virtud.
Camino, José María Escriva de Balaguer

(La penitencia) purifica el alma, eleva el pensamiento, somete la carne propia al espíritu, hace al corazón contrito y humillado, disipa las nebulosidades de la concupiscencia, apaga el fuego de las pasiones y enciende la verdadera luz de la castidad (SAN AGUSTIN, `Sermón 73).

Mas, me diréis vosotros, ¿cuántas clases de mortificaciones hay? Hay dos: una es interior, otra es exterior, pero las dos van siempre juntas (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la penitencia).

Espartaco dijo...

Señor Craso Longino, he de reconocer que esta vez se ha superado. Una respuesta insuperable. Enhorabuena.

Unknown dijo...

No es mérito mío. Cedamos todo el protagonismo a los santos varones a los que cito.