Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 26 de febrero de 2010

Uno de los nuestros

Monseñor Martínez Camino, Jesuita en el peor sentido de la palabra, portavoz de la Iglesia Católica Española, no es tonto. Sabe perfectamente lo que hace y lo que dice. El Monarca es uno de los nuestros (de derechas, gente de bien, tradicionalista, de toda la vida, incluso hasta demócrata, como debe ser)y por lo tanto no debe ser objeto de sus iras y sus desprecios.

La amenaza de la excomunión (amenaza ¿para quién?) no vale para los nuestros. Al igual que hace 25 años cuando se aprobó la Ley del Aborto y la sancionó el Rey.

Su disquisición sobre la irresponsabilidad real deja las cosas muy claras: Juan Carlos firma, los demás votan. La duda teológica (que ya están en el asunto en Comillas) es si podría servir el voto firmado en vez de usarlo electrónico o manual. Hasta una pronta respuesta por parte de los afamados teólogos españoles lo que queda claro es el concepto de igualdad de nuestra democracia. Todos iguales, sí, pero vosotros iguales a vosotros y nosotros iguales a nosotros.

Nada nuevo. A Garzón le van a empetar (y van tres) por autorizar escuchas en la investigación de un caso de corrupción. Eso no puede ser, el secreto entre cliente y abogado es sagrado. ¿Para todos? No, para todos no. En caso de terrorismo sí vale. Democracia curiosa ésta con dos tipos de leyes y con distintas varas de medir, según el tipo de delito cometido (o investigado)

Es lo que hay.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Al noventa por ciento de los españoles les importa un bledo lo que piense o diga la Iglesia Católica o el rey. Y ahí van ustedes, cuando no tienen nada que pensar ni que decir (las más de las veces), siempre les queda una iglesia que quemar o un rey que ajusticiar. A falta de presente y de futuro, siempre les quedará el 31 del siglo pasado, "las referencias históricas". Del 39 hasta ahora su historia ha sido el horror de Stalin, el fracaso del eurocomunismo y la decadencia de izquierda unida. Su presente, inexistente, su futuro, los museos. Bien está entonces que, para ir haciendo patrimonio museístico, se unan ustedes a sus antiguos enemigos, la Iglesia y la monarquía, que tienen el mismo presente y futuro que ustedes.

Espartaco dijo...

Cuanto rencor destilan sus palabras, oiga.

Anónimo dijo...

mira quien ha ido a hablar de rencor, ¡si en este blog no hay otra cosa! todo es hablar mal de este y de aquel, del alcalde, del periodico, del pp, etc. Propuestas en positivo, casi ninguna.

Espartaco dijo...

Me temo que confunde rencor con crítica, de cualquier tipo, pero si no lo entiende un demócrata como usted nada podemos hacer los demás por ayudarle, sólo podemos recomendarle paciencia, algo de lectura y sobre todo mucha, pero que mucha educación (en el sentido clásico de enseñanaza)

Anónimo dijo...

Hola, soy otro anonimo no confundir. Solo una pregunta,¿por que es más progresista ayudar a una chica a abortar que ayudarla a que tenga el hijo? Y no me conteste que la ley no obliga a nadie a abortar, lo cual es cierto, pero no lo es menos que desde la izquierda (y en esto incluyo al Psoe) no dan las mismas ayudas y facilidades para ambas alternativas.

Anónimo dijo...

Porque si la chica tiene el hijo puede que sea de derechas o puede que sea de izquierdas, pero si aborta sin ninguna clase de remordimientos probablemnte es de izquierdas o, como diría Esparataco, "de los nuestros".

Espartaco dijo...

El tema del aborto puede abordarse desde dos puntos de vista, el moral o personal y el social.

Mire, el aborto no el gusta a nadie pero es una realidad. En España hay más de 100.000 abortos con la anterior ley. Con la nueva se pretende que esté acompañada de medidas de educación sexual y otro tipo de medidas preventivas. En los países donde se llevan aplicando este tipo de leyes integrales el número de abortos ha descendido. Donde el aborto está prohibido el aborto se sigue practicando, los ricos abortan en el extranjero y los pobres sin condiciones sanitarias, en cocinas con riesgo de la muerte de la madre.

En el análisis social ¿qué cree usted que es lo progresista?

Anónimo dijo...

Lo progresista no tengo ni idea, lo humano a mi entender es dar, como poco, las mismas posibilidads y recursos, sino más, para que se tengan a las criaturas, y más en una sociedad con la tasa de natalidad por los suelos, donde muchas parejas han de irse al extranjero para poder adoptar. Desde luego lo que dijo la Ministra Bibiana de que ponerse tetas es lo mismo que abortar me parece una aberración. Y no he hablado para nada de prohibir el aborto.

Espartaco dijo...

Me temo que está usted confundido, o intoxicado con lo que dijo la ministra sobre las tetas. Dijo, hablando de la mayoría de edad en la sanidad española, que una ley del PP la da a los 16 años y que a partir de esa edad, según la ley de sanidad que impulsó el PP, para cualquier intervención quirúrgica o decisión sanitaria, los 16 años son la mayoría de edad, sin excepción, y para ello puso el ejemplo de la operación de senos. Como puede observar se pueden llegar a diferentes conclusiones según el origen de la información, si es falsa a unas, si no lo es a otras y la derecha española se ha encargado de decir mentiras para que usted llegue a esa conclusión.

Por otra parte he comentado el aborto desde dos puntos de vista, el moral (personal) sobre el que no tengo nada que objetar (que cada cual haga o piense lo que crea sin imposiciones a los demás) y el social. Con respecto al social no piense usted que quienes abortan son quienes no tienen dinero (posibilidades y recursos) afecta a todas las clases sociales y abortan tanto los ricos como los pobres, los de derechas como los de izquierdas, los creyentes (no todos) como los no creyentes.

Y por cierto, la tasa de natalidad tan baja (propia de sociedades como la nuestra) muy poco tiene que ver con el número de abortos, tiene que ver más con la planificación familiar.

Anónimo dijo...

Hola, se nota que le gusta la politica. Tiene la facilidad de no contestar directamente a las cuestiones con educación e inteligencia, eso hay que reconocerlo. Respecto a la frase de la ministra se la escuche directamente, no me acuerdo en que televisión, por lo que mi conclusión es propia, no me he "intoxicado" por ningún medio de la derecha, ni de la izquierda, ya que estara de acuerdo conmigo que si los de un lado manipulan los del otro haran lo propio, es decir Intereconomia no es para nada imparcial, tiene una fuerte carga ideologica pero la Sexta tambien. Yo no he dicho que el aborto sea una cuestión de dinero ni de clases sociales, lo que afirmo a mi entender es que desde las Administraciones se deberían conceder los mismos medios y facilidades, como poco, para abortar como para llevar a cabo el embarazo y actualmente no es así ya que desde que el Gobierno y los partidos de izquierda priorizan claramente el aborto. Y desde luego que la tasa de abortos afecta al indice de natalidad no le quepa la menor duda. Yo le he respondido, usted a mi no. ¿Por que es más progresista estar a favor del aborto y no lo es proponer toda una bateria de medidas y ayudas para tener a los niños y luego darlos en adopción?

Espartaco dijo...

Si no he respondido directamente a la pregunta es porque pensaba que no era una pregunta directa.

Tan progresista, desde mi punto de vista, es lo uno como lo otro. Y tengo entendido, en caso contrario me corrija, que esta modificación de la Ley abunda prolijamente en las medidas que usted propone, sobre todo en las de prevención para evitar embarazos no deseados. Hace esto sobre todo porque se ha visto que a mayor educación sexual menor índice de abortos. En los países donde se apuesta por la tesis prohibicionista y no por medidas preventivas no baja el nivel de abortos.

Otra cosa distinta es que usted propone medidas y ayudas para tener niños y luego darlos en adopción. Pero le insisto que no es ese el problema ya que el fenómeno aborto no es un fenómeno (así lo dicen las encuestas) de gente soltera, menores o con problemas económicos, se da, en un alto porcentaje dentro de parejas con hijos.

El tema radica entonces en un problema de enfoque moral, y no social.