Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

lunes, 8 de marzo de 2010

La prensa española, Cuba y Venezuela

¡Qué suerte tenemos de vivir en un país como el nuestro! Tenemos libertad de prensa que nos informa de todo lo que pasa en España y en el resto del mundo. Y nuestra prensa, tan implicada con la democracia, no calla las atrocidades que se cometen a lo largo y ancho del mundo.

Si será así que incluso ha conseguido mayor repercusión y titulares lo sucedido con Orlando Zapata o la relación de las FARC y ETA que los terremotos de Haití y de Chile.

Hoy por ejemplo, Chávez es el que más espacio ocupa en la totalidad de nuestros periódicos, ni las elecciones de Irak, ni la guerra de Afganistán, ni los atentados en Pakistán... En algunos ocupa incluso más que la manifestación de ayer contra el aborto (ya saben, aquella de pena de muerte a los abortistas)

Y es que ya se sabe que en los últimos 20 años ha habido 53.000 asesinatos políticos..., cuatro millones de desplazados..., 35.449 secuestros..., 5.000 desaparecidos. Los autores de todo esto son los militares, los paramilitares y la guerrilla.

Tenemos suerte de que la prensa española titula todos los días con esta información, nos mantiene informados de un presidente que pretendía cambiar la constitución para ¡poder volver a ser elegido!

¿Será verdad que es un dictador? Algunos pensamos que no, que no llega a tanto pero otros creen firmemente que sí, que pretende aplastar al pueblo, sojuzgarlo y tiranizarlo.

Naturalmente hablo de Colombia y de Uribe, pero nada de eso es titular un día sí y otro también en nuestros medios libres. Por eso mismo, porque son libres hablan lo que quieren, dicen lo que les da la gana y sólo enseñan una parte de la realidad.

No hace mucho un lector manifestaba dudas sobre el asesinato de un periodista en Venezuela (que había sido Chávez o sus seguidores cuando en realidad fue víctima de un atraco) Eso es titular. Que en Honduras sigan despareciendo opositores y sindicalistas no es noticia. Que más de la mitad del parlamento de Colombia tenga relaciones con los paramilitares es normal, no genera alarma.

Que Amnistía Internacional diga que hay violaciones de los derechos humanos en Cuba es noticia, y de las grandes. Que el mismo informe diga que hay violaciones de los derechos humanos en España... se censura.

¿Cuántas varas de medir tenemos?

11 comentarios:

Unknown dijo...

Chuzos de punta

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con usted. Es usted muy afortunado de poder publicar lo que escribe, amparado (mal amparado) además por el anonimato, y sus lectores muy afortunados de poder hacerlo sin temor a ninguna consecuencia.
Afortunado además de que cualquiera pueda, no sólo escribir y leer blogs, sino además publicar prensa. Lo hace su partido en varias publicaciones, y lo hacen grupos de personas, cooperativas y empresas, de ideología cercana a la suya, con publicaciones como "Público" o "Diagonal".
Afortunado también por vivir en un país donde todo, también la calidad de las informaciones periodísticas, se puede criticar y mejorar. Donde hay libertad para comprar un periódico u otro. O para no comprar ninguno e informarse en la red a través de medios muy minoritarios.

Los medios, en España, son en buena parte (no en toda) lo que quieren los lectores que sean, que son los que los sufragan. Si a usted no le gusta el sesgo que tienen algunos medios los primeros culpables de que ese sesgo exista son los lectores de esos medios. Cargue usted contra los culpables, no contra los mensajeros.

Espartaco dijo...

La libertad de imprenta ya es vieja. El derecho al honor también. Los medios policiales para, en caso de que algún blog o publicación, la que sea, atente contra las libertades individuales o colectivas, son abundantes y si mi opinión fuese delictiva no tenga ninguna duda que sería perseguido por parte del aparato represor primero y judicial después del Estado.

No le ocurre a usted de igual manera, que también se ampara en el anonimato ya que en buena medida soy responsable de las opiniones aquí vertidas (siempre puedo no publicarlas, es cierto, y por eso me reservo esa opción en último término)

Como consecuencia de ello en alguna ocasión he guardado copia de la IP desde la que se ha realizado determinadas afirmaciones (por si acaso)

Hecho este preliminar he de manifestar que afortunadamente vivimos en un mundo donde la libertad de empresa prima por encima de cualquier otra libertad y como consecuencia de ello existe de facto un monopolio de la información en muy pocas manos que son quienes venden las noticias y además cómo se deben contar.

Para garantizar que usted pueda ser libre en su opinión y pensamiento está este blog (y otros muchos) que son críticos con la falta de libertad ya que opiniones como la suya nos lleva a la falta de crítica y a un mundo uniforme y monocolor.

(Por cierto que le veo un poco falto de fuentes de información alternativa si piensa que tan sólo existe el diario Público y Diagonal, piense que una gran parte de mis informaciones surgen del mundo ecologista y otra buena parte de los altermundistas y que yo sepa el Púbico está en la órbita de ZP)

Espartaco dijo...

Muy interesante la entrevista, señor romano y muy en la línea.

Anónimo dijo...

¿Por qué es anónimo este blog? En Cuba o Venezuela sería imposible escribir un blog anónimo. Si no tiene usted nada que ocultar, ¿por qué no firma lo que dice? ¿o es que sí tiene algo que ocultar?

Anónimo dijo...

ah, y muy bueno lo de las "direcciones ip" que dice que se guarda. Aquí sólo usted puede insultar impunemente, por lo visto. A los demás nos amenaza veladamente con el "aparato represor". Típico de la izquierda: cuando hablan, son muy revolucionarios y muy "anti-sistema", cuando actúan, son de lo más conservador.

Espartaco dijo...

El autor, o autores, han preferido la firma mediante un pseduónimo significativo por múltiples razones que algunas vienen al caso y otras no, pero que en cualquier caso corresponden a su intimidad al igual que corresponde a la intimidad de quien opina de manera anónima. No hay ánimo inquisitorial ni tampoco existen condicionamientos sobre el valor de lo que se dice en función de quien lo dice.

Espartaco dijo...

En Cuba seguramente no podría escribir ningún blog porque seguramente no tendría acceso a internet (es muy caro allí, ¿sabe?)

En Venezuela podría tener un blog anónimo como cualquiera de los miles que hay. Ese es su problema, como el de muchos demócratas de toda la vida de este país, que miente y además sabe que miente.

Anónimo dijo...

No creo que mienta. Y me lo paso muy bien molestándole.

Espartaco dijo...

Eso se nota, que se lo pasa bien. Otra cosa es que moleste, que en absoluto caballero. Ya sabe que manos blancas no ofenden.

dAv!d dijo...

Estoy de acuerdo con Espartaco, conozco muchos blogs (y twitters, que están más de moda entre la oposición venezolana) de Venezuela que escriben lo que quieren bajo seudónimos. Y lo hacen por el mismo medio que en España, a través de servidores como Wordpress o Blogspot sin ningún tipo de problema para ocultar públicamente su identidad.
Estoy de acuerdo también con el tema de las IPs, si alguno de nosotr@s recibiera aquí una amenaza de muerte, por ejemplo, me gustaría poder denunciarle, como es posible hacerlo en Venezuela (y supongo que en Cuba).
Lo de Cuba es tema aparte, el bloqueo afecta fundamentalmente también a la red. El único acceso por cable a Internet llega bajo el mar desde USA y es un ancho de banda que, según leí no hace mucho, es inferior el correspondiente a toda la isla que el de muchas universidades españolas. Es normal, por tanto, que se restrinjan las conexiones a centros públicos y hoteles principalmente. No obstante, esto también está en vías de solución y, casualmente, también gracias a Venezuela, que está "echando un cable" a Cuba, también submarino, para poder encontrar solución a ese bloqueo. Por otro lado, gracias al satélite que se lanzó al espacio hace unos años y que lleva el nombre de Simón Bolívar, también se están desarrollando las comunicaciones por esta vía en toda latinoamérica y particularmente en el Alba, permitiendo el acceso desde sitios que hasta ahora era impensable.