Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 1 de julio de 2010

Movilizaciones

Ayer los sindicatos mayoritarios, en un esfuerzo de titanes, lograban convocar entre doscientas y trescientas personas. El día de antes los sindicatos minoritarios a unas 30. Todo ello con motivo de protestar contra la reforma laboral.

Naturalmente tal grado de movilización estuvo en consonancia con las del resto de España (o del Estado como ahora gusta decir)

Los máximos representantes de CCOO y UGT llevaban su discurso escrito y no tuvieron cintura para remodelarlo ante tan escasa afluencia.

Mientras tanto, otra movilización, esta vez en Madrid, ha sido todo un éxito: la de los trabajadores del METRO.

Allí han planteado una huelga (de esas que gusta denominar al poder salvajes) que ha mostrado las cartas de cara a la negociación, y son buenas cartas.

A vuelapluma podemos sacar dos conclusiones. La primera es que los sindicatos todavía tienen capacidad de movilización en reivindicaciones muy concretas y pegadas al terreno, movilizaciones (la huelga es una de ellas) que cuando se saben precisas porque hacen pupa a la patronal son seguidas masivamente por los trabajadores aún con el riesgo de sus propios puestos de trabajo (dicen que en el METRO han abierto más de 400 expedientes) Ahora bien, la capacidad de movilización sindical (donde todavía queden sindicalistas, claro) termina allí. Son incapaces de nada más.

Y ello nos lleva a la segunda conclusión: los sindicatos son incapaces de movilizar ante una cuestión general o ideológica. Porque, no olvidemos, las propuestas de reforma laboral, de subida del IVA, de apoyo a los bancos, de congelación de las pensiones... son propuestas con un claro sesgo ideológico y ante eso la capacidad de movilización, de respuesta sindical es nula.

¿A qué se debe? A la propia desideologización sindical. Hoy, las dos grandes centrales sindicales, se han vuelto tan modernas, tan pijas, vamos, que carecen de ideología. Puedes encontrar perfectamente como liberado sindical de CCOO a un votante declarado del PP sin necesidad de escarbar mucho. No hay nada más que ver la evolución política de Fidalgo que parece encaminada a explorar nuevos horizontes en UPyD.

La desideologización sindical llegó de la mano del PSOE en los años del felipismo, con purgas en la UGT (Nicolás Redondo es claro ejemplo) y con su intromisión en CCOO con las gloriosas actuaciones de Antonio Gutierrez.

Lógico, mientras el PSOE se derechizaba, se decantaba por el neoliberalismo de Solchaga y Boyer no podía permitir que a su izquierda existiesen bastiones que mostrasen sus vergüenzas. Con perspectiva la operación fue de manual. Mientras Thatcher en el Reino Unido los vencía por la fuerza en España Felipe los derrotaba con un limpio estilo florentino.

Durante años los sindicatos han dejado de cumplir su doble papel social para convertirse en meros comparsas del poder felipista y acompañantes más o menos ruidosos de las políticas neoliberales. En cualquier caso sus planteamientos ideológicos, sus tesis políticas han desaparecido. Se convirtieron en sindicatos de servicios.

Y claro, hoy, ante una propuesta de reforma laboral, una propuesta ideológica, los sindicatos no saben ni responder ni como se responde. Es la crónica de una muerte anunciada.

Su papel social como guía moral y política ha desaparecido. Su declive lleva ya mucho tiempo en marcha.

Pero no nos olvidemos de una cosa, la muerte del movimiento sindical es la antesala de la muerte de la socialdemocracia en España. Es cierto que el PSOE hace tiempo que renunció a muchas cosas, entre otras a ser de izquierdas, pero no dejaba de tener determinadas actitudes en políticas sociales que eran necesarias y plausibles. Sin embargo, ahora el PSOE está condenado. La derecha se ha impuesto a todos los niveles y la próxima víctima será la misma socialdemocracia española. En las próximas elecciones saldrá de La Moncloa y... ya veremos cuando vuelve y en qué condiciones.

Hoy, más que nunca es necesaria una profunda revisión de las formas y actuaciones de la escasa izquierda articulada que queda en España y por ello es necesario olvidar todos los agravios del pasado y comenzar de nuevo a crear una nueva izquierda que articule los restos del naufragio. Los de IU lo han intentado este fin de semana: espero que tengan éxito pero más parece una operación madrileña que algo serio y asentado en el conjunto del territorio.

¿Tendré que volver a demandar una acción conjunta de la izquierda oscense de cara a las próximas municipales? ¿Tan ciegos estamos que no nos damos cuenta que sólo una actuación unitaria evitará el desastre completo?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que el caso puntual de la huelga del metro en Madrid pueda tomarse como indicativo de nada.

Lo que sí es cierto es que los sindicatos ya no tienen ningún poder de convocatoria.

La culpa no es del psoe: es de los propios sindicatos. Ahí sí es relevante el caso de comisiones, que decidió por sí solo romper con el pce y emprender un camino que le ha llevado a la desideologización total (y a ser el mayor sindicato de España).

Tampoco la muerte de los sindicatos es antesala de la muerte de la socialdemocracia: ambas van a la par, ninguna causa la muerte de la otra. Y, en general, las dos son sintomáticas del final de la izquierda, una muerte que viene de su propia enfermedad, de su falta de ideas y de propuestas que convenzan. No es una cuestión de falta de unidad, de organización, etc.: es que el discurso ideológico y político de la izquierda no convence a casi nadie.

Espartaco dijo...

Cierto es que buena culpa es de los sindicatos por haberse dejado manejar por el felipismo. Cierto es que la socialdemocracia va a la par que los sindicatos en descrédito y falta de apoyo social (aunque todo apunta a que primero morirán los sindicatos y luego el PSOE)

Ahora, niego la mayor: niego que el discurso ideológico y político de la izquierda no convenza a casi nadie.

Mire, con la que está cayendo, si eso fuese así, el PP debería tener montones de votos y eso no es así. El PP, que no se esconde tras falsos ropajes, tiene los votos de siempre. No llega a la mayoría absoluta. El votante de izquierdas busca un partido que se autodenomine de izquierdas para votarle, que le guste, o si no se queda en casa, no va a votar.

Y es que el discurso de la izquierda que se basa en aquello de libertad, igualdad y fraternidad, o más tarde en eso de impuestos para los ricos, o después en eso de educación pública y gratuita, sanidad pública y gratuita, o en eso otro de seguro de desmpleo, o pensiones de jubilación, o en tantas y tantas otras cosas, es un discurso muy, pero que muy mayoritario, inmensamente mayoritario y ese discurso ha sido históricamente el de la izquierda.

Me puede decir que ahora la derecha lo ha asumido. Bueno, pues nos alegramos. No ha hecho nada más que lo mismo en tantas y tantas ocasiones históricas (sufragio universal, libertad sindical, etc)

El problema de la izquierda no es su discurso político, todo lo contrario, su problema es la falta de discurso de izquierdas ya que el que tiene es el de la derecha, el neoliberal, por eso no convence a nadie.

Anónimo dijo...

Claro, usted niega la mayor, porque usted es de izquierdas. De los pocos que quedan. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver: confunde usted lo que usted cree con lo que la mayoría cree, y la mayoría de la población día a día, con la fuerza de los hechos, demuestra que las propuestas de la izquierda no le convencen. Y usted culpa de ello a los errores de la izquierda, peleas internas, confusiones, etc. para seguir negando la mayor, que el discurso convence a muy pocos, y yo le digo que el origen del mal está en el fondo del asunto, no en las formas.

P.D.: toda Europa gobernada por partidos de derechas, excepto Grecia y España (y aquí ya queda poco)

Espartaco dijo...

Pero no me dice qué parte del discurso es el que no quiere la población: ¿Las pensiones? ¿la sanidad?, ¿La educación?...

Y volvemos a lo mismo, ¿Tony Blair de izquierdas?

Me temo que vuelve a asumir el discurso del pensamiento único y confunde los ropajes con el interior. La socialdemocracia tiene ropajes rojos pero su interior no lo es.

Víctor C. dijo...

Se ha de actuar de manera contundente en las huelgas a partir de ahora. Debemos defender nuestros derechos de la única forma en la que se nos permite hacerlo, por ello debemos ser muy contundentes en nuestras acciones. Los Mercados no pueden ser quienes dirigan a los gobiernos democráticos de los países. No podemos consentir la DICTADURA DEL CAPITALISMO.

Mi absoluto apoyo a los trabajadores de METRO.

Anónimo dijo...

La parte del discurso que no quiere la población es "todo eso (eduación, sanidad, etc.), de mala calidad, pagado con el dinero de todos, lleno de funcionarios que no trabajan lo que deberían"

La parte del discurso que quiere la población es eso mismo, mucho mejor gestionado.

Anónimo dijo...

A ver, el discurso de la izquierda es entonces pensiones, educación, sanidad? ¿entonces el de la derecha es puros habanos, comilonas y a vivir como millonarios? ¿y qué parte de ese discurso no le gusta a la gente? Vamos a dejarnos de simplezas, que parecen estos argumentos de patio de colegio de párvulos.

Espartaco dijo...

Coño, es que eso me lo enseñaron en parvulitos (y eso que fui a escuela pública) Y no sólo eso, me explicaban que la izquierda buscaba mejores condiciones laborales, jornadas de trabajo más reducidas, que los menores no trabajaran, mayores salarios...

Sí, todo eso ya lo discutimos en parvulitos, cuando yo era chiquitito.

Es posible que en su escuela (seguramente privada) le dijesen que lo que quería la izquierda era elevar a las monjas a la catergoría de madres, quemar las iglesias, capar a los curas y romper España y que frente a eso estaba la derecha, la gente de bien (luego reconvertidos a demócratas de toda la vida) que no eran subversivos y que mantenían los principios eternos e inmutables de la sociedad.

Pero claro, eso fue hace muchos años, como bien dice en parvulitos. Yo saqué buena nota, ¿y usted?

Anónimo dijo...

http://usuariossolidarios.wordpress.com/2010/06/30/nuestro-decalogo/

Anónimo dijo...

http://usuariossolidarios.wordpress.com/2010/06/30/nuestro-decalogo/