Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 29 de julio de 2010

Tauromaquia

Si algo me motiva de todo esto del Parlament es ver como se ha puesto la derechona españolaza. Si hace unos días hablábamos de patriotismo futbolero como rasgo novedoso en España, el PP y sus adlateres pretender renovar votos con lo más casposo de la sociedad española merced al asunto taurino.

No vamos a entrar en argumentos más o menos peregrinos sobre las diferentes posturas a favor o en contra de que la tortura y el espectáculo de la sangre sea considerado cultura, bien de interés cultural o patrimonio tradicional de Iberia, pero es interesante destacar las paradojas del españolismo acartonado sobre este asunto.

En primer lugar porque si bien, tras el triunfo de la selección las calles se vieron inundadas de banderas rojigualdas al grito de "yo soy español, español, español" sobre este asunto, más allá de los titulares habituales de los medios de comunicación, no se ha visto ninguna manifestación popular.

Es más, la defensa del mundo taurino en Cataluña lo ha hecho cobijado bajo la SEÑERA. Como claro ejemplo tenemos las declaraciones del apoderado de José Tomás, todo un artista en esto de matar bichos, diciendo que el pasado fin de semana estuvo en la manifestación contra la sentencia del Tribunal Supremo reclamando el Estatut íntegro, o bien, a toreros dando el paseillo con una barretina o con una montera con los colores cuatribarrados.

Mientras en este lado de las tierras del Ebro se ve el asunto como un asunto patrio (insisto que por parte de los casposos) en aquel lado de las tierras del Ebre, el tema es un conflicto estrictamente catalán.

Pero resulta todavía más chocante como la indignación crece a pasos agigantados en Madrid (Espe, nuestra querida Espe) por lo que hacen en otros lados. ¿Qué pensaría todos estos montaraces si las declaraciones fuesen en sentido contrario, es decir, que desde Cataluña o Canarias se indignasen por lo que hacen en otras comunidades al pretender hacer de los Toros un BIC? ¿Ingerencias? ¿Nacionalismo expansionista?, ¿imperialismo?

Insisto en que me motiva mucho la reacción desproporcionada ante la prohibición de la tortura como espectáculo derivando el tema hacia un discurso orientado a su propia hinchada.

¿Acaso no es más lista la derecha catalana que ha votado casi en bloque a favor de la inicitiva popular dejando en evidencia al PSC que pretende (y consigue) engañar a algún Verde reconocido de cara a las Europeas?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Como decia el Cordobes (Padre) donde este una buena corrida que se quite el futbol...y los toros. Dicho lo cual,usted que denosta tanto a los nacionalistas españolazos (casposos, rancios los ha llamado)que opina de Carod o Anasagasti. Y por otro lado de verdad se cree que ERC ha votado pensando en los toros o en "ir en contra del Estado Opresor Españolista"

Anónimo dijo...

No es menos ridículo el papel de la progresía y del izquierdismo de salón (en el que le incluyo) que es capaz de montar semejante movida por unos animales, en un mundo y un país donde los humanos tenemos los problemas que tenemos.
En el fondo todos sabemos que esto ha sido españolismo contra catalanismo y viceversa. Porque creo yo que más sufre un toro embolado con fuego (y además más días, que se embola muchas veces un verano)y, como parece ser que esto "sí es una tradición catalana" (mentira) o, mejor dicho, no hay huevos de perder votos en una parte de la cataluña rural y profunda, ahí no entran.

Han hecho todos ustedes un ridículo espantoso, como acostumbran, tanto los que asocian al toreo con lo español como los que asocian lo anti-taurino con la progresía y, de rebote, con el separatismo.

Espartaco dijo...

Se equivoca de lleno, completamente y sin fisuras. Su error es pleno, como la Luna Llena en verano, redondo y hermoso; llamativo y tendencioso.

Se equivoca porque, si es usted lector del blog, sabrá mi opinión sobre los nacionalismos, sobre todos los nacionalismos, y por supuesto sobre los dirigentes nacionalistas así que si piensa que puedo tener una opinión benevolente con los nacionalismos periféricos es que navega en sus mismas aguas, me refiero a las nacionalistas (tanto me da las españolas como las catalanas, vascas o aragonesas)

Con respecto al papel de la izquierda le veo también en la misma onda de la equivocación. Mire, la oposición a la tortura como espectáculo, que es de lo que se trata, viene en el caso de Cataluña como una Iniciativa Legislativa Popular, y el Parlament está obligado a tramitarla (al menos en una democracia eso piensan los demócratas, quizá usted piense otra cosa) y le puedo asegurar que la suscriben millones de españoles de fuera de Cataluña, de ahora y de antes, por ejemplo Unamuno, o remontándonos más atrás podríamos llegar hasta el siglo XVI.

Y es que para las mentes sensibles ninguna tortura es gratificante, el derramamiento de sangre es terrible y lo es mucho más si se hace como espectáculo.

Y es por ello, y no por otra cosa, que miles y miles de ciudadanos firmaron a favor de una legislación contraria a la tortura, AL MARGEN de los partidos políticos.

Pero usted, como demócrata de toda la vida, no quiere ver esa realidad y prefiere hacer su lectura inducida, la del enfrentamiento nacionalista porque le es más cómodo para sus intereses.

De todas formas me parece bien, muy bien que en este tema la derecha vuelva a errar el tiro, (como sucedió cuando el PP era el altavoz de Pedro J y de Fedeguico) porque significa que sólo busca votos entre sus incondicionales, que es incapaz de comprender a otra gente, al resto de españoles a los que acusa de antiespañolistas, y por lo tanto comete nuevamente el mismo error que en la primera legislatura de ZP. Por eso me río de las andanzas y torpezas del PP, por eso lo destaco y por eso me motiva el papel de la derechona en todo este asunto, por sus errores de bulto.

Víctor C. dijo...

Caballero Anónimo, el especismo no distingue de color político. Existen especistas de ideologías muy diferentes, y no sólo ahora, sino durante la historia de la humanidad. Así por ejemplo, la II República era un régimen bastante especista y por lo tanto muy taurino. Manuel Azaña era un protaurino recalcitrante. Por lo tanto, no hablemos aquí de “progresías” ni “izquierdismos de salón”.

Usted dice que cómo podemos ser capaces de montar tanta movida por “unos animales” en un mundo donde los humanos tenemos problemas. Y yo lo respondo que los humanos siempre tendremos problemas, aunque los mismos no sean vitales, como sí lo son los de los animales a los que explotamos. Sólo una mentalidad antropocentrista podría decir lo que usted ha dicho. Los humanos a menudo nos erigimos como el Dios de todo lo existente, creemos que todo lo que existe está para y por nosotros, creemos ser, por tanto, el ombligo y centro del universo, pues creemos que todo gira entorno a nosotros, relegando a un segundo nivel las sensaciones tanto psicológicas como físicas del resto de seres vivos, a los que le damos la categoría de “servidores de humanos”. Argumentar que existen muchos problemas que resolver entre humanos para intentar con ello hacer significar que resulta trivial e irresponsable dedicarnos a la resolución de los problemas que afectan a la integridad de otros seres sintientes no-humanos, es argumentar de una manera falaz y demagógica. Si atendemos a su argumento, lo primero a lo que nos tendríamos que dedicar es a paliar el hambre en el mundo antes de intentar mejorar la economía en España, debido a que aún no existen personas que se hayan muerto de hambre en España en los últimos años. Por tanto, según usted, deberíamos dejar cualquier tipo de actividad en lo referido a la resolución de problemas para dedicarnos únicamente al más importante, en este caso paliar el hambre en el mundo. Cuando tuviéramos resuelto ese gran problema, dedicarnos entonces al que se haya convertido en el más importante tras paliar el problema que suponía el hambre en el mundo y así sucesivamente. Como usted comprenderá, existen problemas muy graves como lo es el hambre en el que , me gustaría pensar, que se está haciendo lo adecuado, pero los gobiernos y los humanos somos “Multitarea”, podemos abordar varios problemas a la vez, y mientras intentamos solucionar problemas muy “gordos” de difícil resolución, podemos solucionar los que son de fácil resolución a la vez. En consecuencia, la resolución del problema que supone el especismo es totalmente compatible con la resolución de otros problemas que coexisten a la vez.

Continúa en el siguiente comentario….

Víctor C. dijo...

…Continuación del anterior comentario:

Usted, anónimo, que es un especista a la vez que antropocentrista, considera que lo que se ha llevado a cabo en el parlament de Barcelona ha sido por un tema fútil sin importancia. Obviamente un antropocentrista lo ve así, como usted lo ve. Pero el toro es un animal sintiente al igual que lo es usted. Si a usted le clavan un alfiler en un ojo, usted sentirá el mismo dolor que si se lo hacen a un toro o a un gato, ¿Por qué es más importante su dolor que el de otro ser vivo? ¿Sólo porque usted es humano y se erige como el Dios de la naturaleza? De responder con un Sí a esta pregunta confirmaríamos que efectivamente estamos frente a un antropocentrista.

Por tanto, en el caso de que los parlamentarios de Cataluña hayan votado pensando en su nacionalismo, bienvenida sea esta abolición que libera al toro de su esclavitud. Y todo ello gracias a que hubo una Iniciativa Legislativa Popular promovida por una plataforma antiespecista que consiguió en número de firmas necesario para presentar ante el parlamento de Cataluña. Como vivimos en una democracia (aunque ésta pueda mejorar) la abolición de las corridas de toros se ha podido llevar a cabo. ¿Quién lo ha querido así? Los ciudadanos por dos razones, 1º porque esto, como ya he dicho, se ha sido la consecuencia de una ILP y 2º porque de manera democrática ha sido votado por un parlamento que representa a los ciudadanos catalanes.

Por lo tanto, quienes están haciendo el ridículo son las personas que están politizando un tema como este, pues además desde hace 19 años no existen corridas de toros en Canarias y allí nadie lo politizó.

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Espartaco me despido de ti por aquí, pasa unas buenas y seguro que merecidas vacaciones, libérate también durante este tiempo de internet y ya solo decirte que te leeré a tu vuelta.

Anónimo dijo...

Sí, soy un antropocentrista, como usted lo denomina.

La izquierda siempre lo fue. Al menos, una parte de la izquierda. Y una parte de la derecha. Desde los tiempos de la ilustración.

Cuando se empieza a tratar a los animales como personas, con derechos, se termina tratando a las personas como a animales. Eso es lo que sucedía antes del "antropocentrismo" que nos trajo la ilustración.

Eso no quiere decir que mí me parezca bien que maltraten a animales. Y, en cuanto a los toros, jamás he ido a una plaza, es un asunto que ni me va ni me viene, ni estoy a favor ni en contra, como la mayoría de los españoles e incluso de los catalanes. Nos es indiferente.

Pero que se forme semejante "poyo" por este asunto, a favor o en contra, me muestra que vivimos en una cultura cuya escala de valores (antaño, el ser humano estaba por encima de todo, excepto para algunos por encima de Dios, el estado, la monarquía, etc.) está cambiando, hacia atrás y a peor.

ccvv1d dijo...

Siendo breve: Excelente artículo (como es habitual). Sobre mi opinión: lo tengo claro y lo públique en mi propio sitio, las corridas de toros donde se tortura y mata dignifican a la propia especie humana.
¿Sobre los mal-llamados "populares-liberales"? Pues resulta curioso que quieren acabar con un proyecto iniciado por una Iniciativa POPULAR...
PD: Muchas gracias por hacer de este rinconcito un oásis para un madrileño como yo que ya esta harto de su tv autonómica y de su presidentilla...(Sobre esta señora ya me he despotricado agusto, asíque no les doy la tabarra ha todos ustedes)