Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 3 de diciembre de 2010

Me gusta el ejemplo de las gallinas

Siempre es interesante oír a un intelectual y lo es mucho más cuando cuanta las cosas con gracia.

Cierto que el título puede despistar un poco pero no se preocupen, de Chávez sólo habla la final.

Espero que les guste.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, pues tienen ustedes un trabajo que hacer en el tercer mundo, en Venezuela, el mismo que hicieron en Rusia, China, etc.: modernizar esos países para que se incorporen al capitalismo.

Espartaco dijo...

Pues sí, pero usted se identifica más ¿con las gallinas o con el cocinero?

Víctor C. dijo...

Muy buen discurso el de este intelectual. El ejemplo del cocinero y las gallinas es muy bueno, me pregunto por qué a muchas gallinas, por no decir una gran mayoría de ellas, les gusta el sistema que dicta el cocinero, no me resulta sorprendente que los cocineros sí estén de acuerdo, ¿pero las gallinas? Hay que ser gallina TONTA, INCONSCIENTE Y OLIGOFRÉNICA. Lo raro es que todas estas características estén presentes en la mayoría de las gallinas.

Anónimo dijo...

Yo con el cocinero. Y usted también, porque usted, que vive en el primer mundo, es cocinero. Y un poco gallina. En la sociedad actual todos somos las dos cosas.

Pero oiga, cuanto más cocinero y menos gallina se sea, mejor.

Pretender, como pretenden algunos izquierdistas, que no son cocineros, es de una candidez impresionante. ¿Viven en un mundo de ficción? Yo no los hago tan tontos, yo creo que son unos grandes hipócritas.

¿Se ha fijado en el reloj del intelectual? Yo sí. Es más caro que el que llevo yo.Y la boina de Ernesto Cardenal... ¡pero de qué va disfrazado! ¡qué payaso! ¡se crean un personaje y luego se disfrazan de él!

Víctor C. dijo...

De las palabras del anónimo anterior se desprende que si la gallina puede decidir la salsa con la que va a ser comida ya puede sentirse "algo" cocinera. Rara a la vez que sorprendente deducción Señor anónimo.

Es eso precisamente lo que pretende el cocinero al dar a la gallina la posibilidad de elegir la salsa, que se sienta cocinera, para así el cocinero seguir cocinando gallinas, sin remordimientos, y con el beneplácito de las propias gallinas que serán comidas.

Espartaco dijo...

Lo que más me gusta de las intervenciones del señor anónimo es que si alguien lee este blog y entra a las discusiones que se producen en los comentarios lo que queda en evidencia es la ausencia completa de nivel intelectual (y de ningún otro tipo) en las respuestas que vomita.

Tan sólo recurre a la descalificación constante, lo que es normal ante la falta de argumentos

Anónimo dijo...

Créame, no sólo me siento cocinero, sino que además lo soy. La bonita cifra del saldo de mi cuenta corriente no me engaña.

¿a ustedes sí? ¿ustedes prefieren pensar que son pobres víctimas del "sistema", y no sus implacables verdugos?

Anónimo dijo...

Hola, soy otro anonimo para no caer en confusiones, la observación del reloj del otro anonimo me parece muy interesante y da que pensar...

dAv!d dijo...

Jeje, yo creía que los cocineros gustaban de darle reputación a su nombre, pero aquí veo que no, que los cocineros son anónimos y somos las gallinas quienes elegimos un nombre identificación para ¿que puedan citanos en el nombre de sus platos?.

Anónimo dijo...

Si usted considera que identificarse con alias como David el Gnomo o Espartaco es valido pues me voy a presentar: soy Blancanieves.

Anónimo dijo...

Dice Espartaco:
"Lo que más me gusta de las intervenciones del señor anónimo es que si alguien lee este blog y entra a las discusiones que se producen en los comentarios lo que queda en evidencia es la ausencia completa de nivel intelectual (y de ningún otro tipo) en las respuestas que vomita."
Sin duda esta al mismo nivel que las afirmaciones del Tracio y a un nivel mucho mas alto que las simplezas del amigo Victor C. y su empacho de izquierdismo de Blog.

Víctor C. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Víctor C. dijo...

Mis simplezas le producen a usted, señor anónimo, una enervación tal, que le hacen replicar sin argumentos y lo que es peor, hablar de sí mismo en tercera persona, como haciéndonos ver que entra a defenderle un tercero en su apoyo. Lo que constituye un hecho lamentable y patético, diría que muy patético.Mis