A estas alturas ¿importa algo que se marche o no?

Es bonita la democracia.  Preciosa.  Además la democracia conlleva valores tales como libertad e igualdad.  Es precioso.  Es más, como una democracia es tan guay la voz del pueblo se escucha, se atiende, se impone... eso sí, a través del único sistema reglado del que nos hemos dotado: la urnas.

En otros sitios, los pobres, no tienen una democracia y nos dan mucha pena.  Miren el caso de Egipto sin ir más lejos.  Hasta hace poco Egipto era un amigo de las democracias porque era en régimen moderado (nunca he sabido que quiere decir esto a no ser que sea un eufemismo para decir que es de los nuestros frente a los malos que son radicales)

Ahora ya no es un moderado, ahora es una dictadura y un dictador.  Vamos, todos lo sabíamos desde hace tiempo y denunciábamos con ímpetu y sin censuras los abusos de un régimen que coartaba la libertad de expresión y manifestación de su pueblo.  Vamos, todo lo contrario que en nuestras democracias que son, en ese aspecto, limpias, pulidas y transparentes hasta dar asco.

Sólo hay que hacer la comparativa.  ¿Se imaginan ustedes, ya sé que no pasa, en una democracia como la nuestra esas cosas son imposibles, pero se imaginan ustedes que en algún país europeo saliese la gente a la calle masivamente en contra de un gobierno y le pidiese que se fuera?

Sí, sí, ya sabemos que eso no puede pasar en una democracia occidental.  Pero ¿se lo imaginan?  Naturalmente el poder asumiría con naturalidad el hecho de tal manera que inmediatamente dimitiría en bloque y se convocarían nuevas elecciones para respetar la soberanía popular.  Naturalmente los partidos de la oposición asumirían como propias las reivindicaciones del pueblo soberano y es de suponer que ganarían las elecciones para cambiar el rumbo político.

Bueno, ahora que lo pienso sí que podemos poner algún ejemplo: cuando en Europa hemos iniciado un proceso de consultas populares para ratificar el Tratado de la UE a algunos países, por ejemplo Holanda o Irlanda, les hemos hecho repetir el referéndum hasta que ha salido lo que quería el poder.  el régimen ganaba en las urnas y todo iba bien.  Cuando eso ha pasado en un país serio, de verdad, como Francia la solución es un poco más molesta, se lleva el asunto al Parlamento y se soluciona por la vía de los escaños, al fin y al cabo  Francia es una democracia parlamentaria con más de 200 años de historia, no como esos moros.

Es más, aquí hacemos las cosas de manera civilizada.  Si, la gente sale a la calle, por ejemplo en contra de la guerra de Irak, en España, en Francia en Gran Bretaña... y bueno, excepto algunos incidentes aislados (en los que la policía tiene que emplearse a fondo, pero bueno son antisistemas, alborotadores, radicales -no moderados como Mubarak-) todo discurre con normalidad.  Cierto, es el pueblo en la calle, pide mayoritariamente otra política, cierto.  Además son la gran mayoría de la población, es verdad, pero no vamos a hacer caso de todo lo que dice la chusma, al fin y al cabo esto es una democracia.

También es verdad que en momentos puntuales las cosas se desmadran un poco.  Por ejemplo no hace tanto en Grecia pasaron cosas que es mejor no recordad.  Toda la plebe sudorosa y maloliente en la calle, protestando, gritando... se comportaban de manera poco civilizada, un poco como los moros pero claro, hay que entender que son mediterráneos y son así.  Sí, es cierto, hubo muertos entre los manifestantes como consecuencia de la acción policial, pero eran salvajes, bárbaros, radicales antisistema, anarquistas y gente de peor pelaje, violentos profesionales.  No, no eran ciudadanos pacíficos masacrados por la policía dictatorial del sátrapa egipcio.  No, los nuestros eran basura y así lo recogieron además todos los medios de comunicación.

Y bien se valió de la policía democrática para evitar que nuestro régimen aguantase.  ¿Se imaginan que en España, en el centro de Madrid durante semanas y semanas, al igual que en otras ciudades del país, tuviésemos una una muchedumbre incontrolada pidiendo cambios?  En nuestra democracia no hubiéramos sido como el dictador egipcio.  No, como somos una democracia tenemos legitimidad para enviar la la policía, a la guardia civil y hasta al ejército para que disolviese a esa chusma incontrolada a partir del tercer día.  ¿Tres semanas?  Ni de coña.

Y no es sólo en Grecia donde hacemos esas cosas.  Cada vez que hay una cumbre del G 8, del club Bildelberger, o de nuestros mandamases hacemos un cerco de seguridad en torno suyo de varios kilómetros de diámetro, no sea que esa gente que se hace llamar pueblo pueda acercarse a ellos.  No deben ni tan siquiera oírse.

Y si hay que emplearse a fondo se hace, sin pena ni conmiseración, al fin y al cabo esto es una democracia y el tipo ese, el último faraón un dictador que reprime hasta la muerte a su pueblo.

Por cierto, parece que a los USA les está fallando el cambio tranquilo.  Y es que están preocupados porque ellos quieren poner en Egipto una democracia similar al régimen moderado que tenían hace unos meses, antes de que llegase el dictador pero no pueden controlar a la chusma y Mubarak se resiste un poco.