Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Crisis terminal del Capitalismo?

Así titula Leonrado Boff un artículo que reproduce la hoja informativa mensual de ASA de este mes de julio-agosto.  Nos parece una reflexión muy interesante y aunque no compartimos sus conclusiones (que son una respuesta afirmativa a la pregunta que da título al artículo) es un elemento de debate y reflexión que, por su brevedad y concisión nos atrevemos a reproducir aquí.


¿Crisis terminal del capitalismo?

Leonardo Boff

Vengo sosteniendo que la crisis actual del capitalismo es más que coyuntural y estructural. Es terminal. ¿Ha
llegado el final del genio del  capitalismo para adaptarse siempre a cualquier circunstancia? Soy consciente de que pocas personas sostienen esta tesis. Dos razones, sin embargo, me llevan a esta interpretación.
La primera es la siguiente: la crisis es terminal porque todos nosotros, pero particularmente el capitalismo, nos
hemos saltado los límites de la Tierra. Hemos ocupado, depredando, todo el planeta, deshaciendo su sutil
equilibrio y agotando sus bienes y servicios hasta el punto de que no consigue reponer por su cuenta lo que le han secuestrado. Ya a mediados del siglo XIX Karl Marx escribía proféticamente que la tendencia del capital iba en dirección a destruir sus dos fuentes de riqueza y de reproducción: la naturaleza y el trabajo. Es lo que está ocurriendo.
La segunda razón está ligada a la crisis humanitaria que el capitalismo está generando. Antes estaba limitada a los países periféricos. Hoy es global y ha alcanzado a los países centrales. No se puede resolver la cuestión
económica desmontando la sociedad. Las víctimas, entrelazas por nuevas avenidas de comunicación, resisten,
se rebelan y amenazan el orden vigente. Cada vez más personas, especialmente jóvenes, no aceptan la lógica
perversa de la economía política capitalista: la dictadura de las finanzas que, vía mercado, somete los Estados a sus intereses, y el rentabilismo de los capitales especulativos que circulan de unas bolsas a otras obteniendo ganancias sin producir absolutamente nada a no ser más dinero para sus rentistas.
Las calles de varios países europeos y árabes, los “indignados” que llenan las plazas de España y de Grecia
son expresión de una rebelión contra el sistema político vigente a remolque del mercado y de la lógica del capital.
Los jóvenes españoles gritan: «no es una crisis, es un robo». Los ladrones están afincados en Wall Street, en el FMI y en el Banco Central Europeo, es decir, son los sumos sacerdotes del capital globalizado y  explotador.

1 comentario:

hemithecomix dijo...

Nada nuevo en el horizonte,el Sr Boff no hace si no que resumir lo que ya vemos en esta era de la información a tiempo real.

Nada nos hace pensar el fin del capitalismo ante la nula presión de otro orden que le haga sombra, no tiene competencia y no la tendrá.

Por supuesto el capitalismo es un organismo vivo que engorda, crece, se alarga o se enrosca dependiendo de las posibilidades que se produzcan en los especulativos y globalizados mercados bursátiles.

Este organismo se adaptará y cambiará su fisonomía para sobrevivir, los movimientos de indignados podrán cambiar algunas injusticias de signo político pero siempre dentro de un sistema económico contra el que no están en contra.

Están en contra del reparto nada equitativo de ese sistema económico y que manejan con pésima gestión los agentes políticos.

Parece que siempre sean los mismos los culpables ¿verdad?.