Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 24 de abril de 2012

Democraciarealya: evolución

Bueno, tenía que llegar.  Y es tan sólo el primer paso.  Nos informa El País que Democracia RealYa tiene problemas y de los gordos.  Y es que está evolucionando, está creciendo y está repitiendo los mismos procesos históricos que han sufrido otro tipo de organizaciones sociales con ánimo globalizador y transformador.

DemocraciaRealYa, núcleo primigenio de las movilizaciones del 15-M, está sufriendo una metamorfosis lógica en una sociedad absolutamente desideologizada como la que vivimos.  La juventud española (y europea en general) pensaba que realmente el fin de la historia había llegado, que no había alternativa a este modelo de sociedad porque era totalmente innecesaria y que cualquier opinión contraria al sistema era innecesaria por anacrónica.  El mundo consistía en consumo y el interior de las personas debía permanecer vacío.  Sólo el consumismo, la desenfrenada carrera por tener podía llenar los abismos interiores.  El individualismo como ideología se ha impuesto a lo colectivo y no caben, por lo tanto, miradas a nuestros semejantes: sólo el yo.

Sin embargo, esa ideología hegemónica, dominante, se basa en un modelo económico que ha estallado por lo que la estructura social comienza a tambalearse y se generan contradicciones entre lo que se que quiere y lo que se tiene.

La respuesta ha sido una respuesta clásica, al modo de revuelta premoderna, una protesta sin propuesta, un salir a la calle a reclamar algo sin saber muy bien que se quiere.

Esas movilizaciones tuvieron formas pacíficas y asamblearias lo que permitió que el intercambio de ideas hiciese tambalear el pensamiento hegemónico.  Y las nuevas ideas necesitan de una organización estable que las soporte.  Este descubrimiento no es nuevo, DemocraciaReal así como otras asambleas del 15-M están volviendo a recorrer caminos ya transitados hace años, desde el siglo XIX, por diferentes tipos de organizaciones sociales (obreras, feministas, pacifistas...) y este tipo de partos, como todos los partos, genera dolor.

El pensamiento hegemónico, el del individualismo neoliberal, tiene verdadero pánico a las ideas organizadas.  Ese pensamiento es mayoritario entre los jóvenes que se movilizaron el 15-M quienes hablaban de un modelo asambleario porque identificaban a la ausencia de organización y así podían preservar su yo e imponerlo sobre el nosotros.  Sin embargo la dinámica de los movimientos hace que esa propuesta sea incompatible con la realidad: necesitan un programa político, de mínimos, una propuesta global (lo que les acerca a determinadas tesis políticas) a la vez que necesitan de un paraguas organizativo (lo que en su momento fueron partidos, sindicatos, asociaciones...)

Ese nacimiento hacia lo colectivo tiene sus principales frenos desde dentro del movimiento, lo que es lógico, ya que para muchos supone renunciar a lo vital, a lo esencial de su existencia: el individualismo.

Y es que el fin de la historia se quedó en un papel y la realidad se impone a los medios de comunicación e incluso a la realidad virtual de la red.

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