Hay que estar

El próximo 22 de mayo se ha convocado una huelga en la enseñanza.  Los motivos están claros y la huelga debe ser el principio de las movilizaciones, no el final.  Cierto es que nos acercamos a fin de curso.  Cierto es que es una movilización sectorial.  Pero no es menos cierto que nos afecta a todos en mayor o menor medida.

La convocatoria es histórica, tanto por el número de convocantes como por el amplio sector al que se hace referencia.  Sólo faltan los curas, pero no se les esperaba, ellos están contentos porque ven que estas medidas son un filón a explotar en el medio plazo.  Recortes, aumento de las ratios, no contratación de nuevo profesorado, no sustitución de bajas, supresión de aulas... todo ello nos afecta.

La Plataforma por la Defensa de la Escuela Pública en Huesca calienta motores y convoca a los ciudadanos a una concentración el próximo día 10 de mayo.  Hay que estar.  Debe ser algo que transcienda lo meramente educativo y se convierta el un asunto ciudadano.

No se pueden permitir los recortes en los sistemas básicos de protección mientras se sigue rescatando a la banca para que mantengan sus beneficios y los salarios astronómicos a sus directivos.  Es un escándalo.

Lamentablemente no creemos que esta convocatoria tenga un respaldo masivo, ni entre el cuerpo docente (muy conservador) ni entre los padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, hermanos y hermanas.  Sin embargo es de justicia rebelarnos contra los recortes injustos y el desmantelamiento del sistema de enseñanza público.

¡Qué lastima que durante los años de gobiernos del PSOE no se haya reformado el sistema público haciendo que el modelo privado se convirtiese en algo residual!  Si tras dos décadas de gobiernos del PSOE no se hubiese jugado con fuego (subvención de la enseñanza privada) hoy posiblemente las cosas fuesen distintas pero han sido muchos los años en los que nos han dicho que la enseñanza privada, al recibir fondos públicos era concertada y por lo tanto homologable a la pública.  Esa mentira ha calado y ahora pagaremos las consecuencias.