Todos sabemos que los fantasmas no existen, que sólo sirven para dar miedo a niños e incautos y sin embargo la leyenda de los fantasmas continúa teniendo éxito en la sociedad de Internet. Hoy, un nuevo fantasma se ha despertado para embaucar a los nuevos crédulos europeos, a sus apesadumbradas clases medias, un fantasma, que como todos los fantasmas, da miedo.
Al igual que cuando Marx escribió su famosa frase, las fuerzas reaccionarias europeas se han propuesto dar pábulo al mito del nuevo fantasma para que su leyenda crezca y se extienda ante la ciudadanía europea y le pongan freno. Naturalmente no nos referimos a los resultados franceses (aunque alguno tiene pavor a la socialdemocracia europea, Francia gira, la UE se tambalea titula) sino a Grecia. Con un porcentaje de voto de tan sólo un 65% (la abstención fue la gran triunfadora, el poso anarquista griego no figura en ningún análisis), los resultados han asustado a los voceros del régimen que han tildado el resultado de caos (bonita palabra de origen griego, por otra parte), conmoción, destructor y amenazador, terremoto o de ascenso de neonazis y ultraizquierda. Por cierto que este último es común a todas las portadas, la foto de unos energúmenos en camiseta con cara de pocos amigos como foto resumen del resultado griego.
El régimen tiene miedo y lo expresa de la mejor manera que tiene, con formación de las masas, con discursos sesgados, noticias manipuladas e informaciones inexactas.
Para tener una idea más correcta del resultado de las elecciones lo mejor es consultar aquí, que es la página oficial del Ministerio del Interior griego. En ella veremos lo que podríamos, con todas las salvedades, comparar con las fuerzas políticas españolas. Veamos: el PP tiene un 18,86% de los votos, Izquierda Unida el 16,77 %, el PSOE el 13,18%, el 10,60% una escisión antieuropeista del PP, el PCPE el 8,48%, algo parecido a España 2000 (neonazis) el 6,97% por último, con un 6,10% de los sufragios otra escisión, esta vez de Izquierda Unida (algo así como los Llamazaristas). Hay que destacar que el voto recibido por el partido neonazi ha recibido los votos de otro partido de la ultraderecha nacionalista, LAOS, que ha desaparecido. Digamos que ha habido un intercambio de votos con un pequeño incremento.
A estos datos hay que sumar que en torno al 18% de los votos los han obtenido otros pequeños partidos que se han quedado sin representación.
Sin embargo los medios de comunicación dan vencedores, vencidos, juegos de equilibrio y sobre todo transmiten miedo, mucho miedo. Miedo sobre todo porque, frente al modelo sosegado francés que han tildado de ejemplar para la democracia (el pueblo ha hablado) en Grecia, donde el pueblo también ha hablado, no saben o no quieren entender lo que dice.
Resumiendo, si alguien ha ganado esas elecciones ha sido la abstención y en segundo lugar un castigo a los partidos del régimen con un cierto giro a la izquierda pero eso de que ha ganado la izquierda... nada de nada.
Pero estén tranquilos, que España no es Grecia, como hace tiempo nos vienen diciendo. Pero tampoco es Francia. Aquí las cosas transitan de otra manera, el control del régimen sobre la población es muy fuerte y no estamos para grandes cambios ni terremotos.
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