Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

lunes, 4 de junio de 2012

No estamos al borde del rescate, ni en un precipicio, ni nada de nada

Es que no se enteran.  Mariano es un tipo majo, tan majo que su sola presencia genera tanta confianza entre quienes le rodean que impide cualquier tipo de crisis (de confianza) por lo que debemos entender que la crisis que tenemos no será de confianza.

Este fin de semana hemos aprendido que Mariano no se habla con todos los del PP, que con algunos no se lleva bien y no se ajunta ya que en caso contrario, con tan sólo haber tomado unas cañitas con él, el portavoz del PP en la comisión de exteriores en el Congreso, un tal Beneyto, no hubiera hecho tan desafortunadas declaraciones.  ¿Cómo se puede atrever a dudar del estado de salud de la economía española?  Tan sólo cabe la explicación de la lejanía física del Beneyto y de Mariano.  Si el vocero popular hubiese podido compartir tan sólo unos escasos minutos de presencia física con Mariano hubiese tenido en él efectos taumatúrgicos y no hubiese dudado, habría tenido confianza.  Pero eso, desgraciadamente no fue así y tuvo que salir el propio Mariano para desmentir al incrédulo.

Y es que lo que  no tenía previsto el PP en su programa era que tan sólo la presencia física y cercana de Mariano genera confianza.  Ellos creyeron que con la noticia de su llegada a Moncloa o quizá su aparición en la tele era capaz de transmitir tranquilidad pero la magia, perdón, la economía, ah no, esta vez es la magia, tienen sus propias reglas y la confianza mariana (con minúscula para no confundir con la otra) sólo tiene efectividad a unos metros de distancia.

Tal es así que incluso un tal de Guindos, pontífice máximo..., uy, no, ministro del gobierno de su majestad el Rey,  tiene que salir diciendo que España va bien, que no hay problemas con la dichosa prima de riesgo y que la culpa la tienen los griegos, que van a votar lo que quieren y no lo que les dicen.

Y no dudarán que de Guindos es un demócrata convencido, ¿eh?.  Ni en broma.

Sí, la culpa la tienen pues los griegos y la lejanía física de Mariano, el generador de confianza.  Así que no se  pongan nerviosos y vuelvan a retomar su cotidiana actividad.  No hagan caso de aquellos que desde hace años vienen diciendo que viene una cosa muy fea, agoreros y herejes que cuestionan los modelos aceptados por todos.  Sepan que España es diferente, que no es Grecia, ni Irlanda.

NOTA.  La autocita es bastante fea pero en este caso ha parecido obligada sobre todo por la fecha de las entradas citadas.

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