Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Y a los buenos españoles, quién los protege?

Unos de los argumentos más escuchados estos días por parte de los contertulios "bienpensantes" representantes de la derecha casposa y de la derecha nueva, moderna y defensora del libremercado es que esto de los deshaucios y las hipotecas afectan tan sólo a un 3% del total, que es una minoría y que que no se puede legislar, y atención, allí viene lo grotesco, sin pensar en esos HONRADOS ESPAÑOLES QUE MES TRAS MES SE ESFUERZAN POR PAGAR SU HIPOTECA.

Allí es nada.  Un argumento que tiene mucha miga.

En primer lugar como si resolver el problema de los desahucios fuese contra los intereses personales y económicos de quienes sí pagan su hipoteca.  Nada más falso, ya que muchos de los que a duras penas pagan su hipoteca vivirían más tranquilos si saben que en el caso de que mañana se quedan en paro no los condenan de por vida.

En segundo lugar porque este argumento falaz culpabiliza moralmente a los que no pueden realizar los pagos, los lleva al lugar de morosos voluntarios, unos jetas, vamos, que no quieren pagar y piden que no les cobren.

En tercer lugar sitúa a esos creadores de opinión en una órbita clara: no tienen hipoteca o no tienen problemas para pagarla.  Si tuviesen un trabajo precario con un salario ridículo verían las cosas desde otro punto de vista absolutamente distinto, sabiendo que su situación puede cambiar de un día para otro.

Afortunadamente el PPSOE tiene más sensibilidad que esos mercenarios de la banca y ayer votaron afirmativamente a la tramitación de la iniciativa legislativa popular tal y como resume la viñeta.



Por último recordar a los lectores que si alguna vez discuten con los españoles de bien sobre estos asuntos nunca, pero nunca y bajo ningún concepto, deben relacionar la actual legislación hipotecaria española con los suicidios de los desahuciados: eso es demagogia.  España es un país serio y esas cosas no pasan.

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