No nos cansamos de repetirlo. España no es Chipre. Ya lo llevamos tiempo advirtiendo, España no es Irlanda, España no es Grecia y ahora volvemos a explicar que España no es Chipre.
Debe algo muy difícil de comprender por parte de la atribulada ciudadanía porque nuestros próceres no se cansan de repetir, de forma cansina, a machamartillo, mensajes de apariencia simple pero de profunda complejidad. Sí, España no es Chipre.
¿No se preguntan ustedes cual es el objetivo de los voceros y capataces políticos así como de los creadores de opinión al formular constantemente esa aseveración? Repitan: España no es Chipre.
Indudablemente no persiguen ningún fin oculto, no vayan a pensar otra cosa, tan sólo buscan un fin didáctico mediante un recurso que todavía existe en las escuelas: la retención mnemotécnica mediante la repetición. Repitan: España no es Chipre.
En su momento ya aprendieron que España no es Irlanda o que España no es Grecia (aunque es un buen momento para repasar los conocimientos adquiridos) y ahora toca progresar a una nueva unidad didáctica: España no es Chipre.
¿Les ha quedado claro? Pues eso.
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