Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 24 de julio de 2013

Chulos, putas y el IKEA

Dicen que el oficio más viejo del mundo es el de meretriz, es decir, ser puta.  Las putas son putas por muchos motivos pero el esencial es una subordinación de la mujer al hombre en todos los aspectos de la vida, subordinación que llega incluso a no disponer de su propio cuerpo y tener que ofrecerlo para disfrute de los hombres dominantes.  Es una clara violencia del dominante sobre la dominada.

Pero no contentos con eso los hombres inventaron el segundo oficio más viejo del mundo: chuloputas.  No contentos con aplicar la superioridad social (patriarcal) con las mujeres, además descubrieron que mediante el empleo de la violencia física sobre las mujeres podían exprimirlas un poco más quedándose con parte de los ingresos obtenidos.  Un marxista clásico diría que se trata de la plusvalía.

Hoy tenemos el oficio de chuloputas extendido a otros ámbitos de la vida, por ejemplo el IKEA.  No, no vamos a hablar de las "fábricas" repletas de niños y mujeres (otra vez) que pueblan el tercer mundo donde trabajan sin ningún tipo de derecho laboral y respeto a las condiciones salubres, no, queremos explicar el oficio de chulo de IKEA en España.

Cuando usted compra un mueble en el IKEA y decide, por propia experiencia, que las instrucciones en sueco no están hechas para usted, recurre al servicio de transporte y montaje que tan graciosamente ofrece la compañía.  Si usted compra el mueble en Zaragoza y pide traslado a Huesca le cobran 39 euros por transporte y otros tanto por montaje.

Al tiempo llaman a su puerta y se presenta un joven (habitualmente foráneo) que comienza la faena.  Un mueble sencillo puede suponer unas dos horas de trabajo, unos 20 euros la hora.  Pero si profundizan verán que no todo es tan sencillo.  El joven es autónomo, cobra por montaje y le pagan 11 euros por mueble (IVA incluido).  Si hay algún problema el responsable es el autónomo.  Si se rompe algo el responsable es el autónomo.  Es decir, que la hora le sale a menos de 5 euros pero usted ha pagado 20.  ¿A quién van esos 15 euros?  Al chulo, es decir, a IKEA que los obtiene sin tener que hacer nada si soportar ningún riesgo.  A la puta (al montador) se le obliga a trabajar de lunes a sábado bastante más de 8 horas al día y además tiene que poner la cama (el vehículo, las herramientas, la gasolina, los seguros sociales, el seguro de transporte...)

Pero allí no acaba el folletín.  Del transporte usted paga otros 39 euros pero tan sólo 27 van al bolsillo de la puta (el montador), el resto van directamente a la bolsa del chulo (IKEA) que vuelve a ganar dinero sin hacer nada.

Afortunadamente los gobiernos del PPSOE se han preocupado estos años por conseguir que muchas empresas como IKEA pueblen nuestros polígonos industriales prometiendo la felicidad del cliente (un polvo rápido a unas putas que no suelen quejarse y se dejan hacer de todo por un precio módico) y han conseguido en sucesivas modificaciones del Estatuto de los Trabajadores y reformas laborales que la prostitución laboral adquiera rango de ley.  Es normal que con esos antecedentes vean lógico que la prostitución como tal, la de vender el cuerpo, adquiera rango legal y se quiera regularizar.  De esa manera la puta podrá pagar su IVA y el resto de impuestos y colaborar con la comunidad aunque el chulo se siga quedando con la parte más gorda del pastel.

1 comentario:

Víctor C. dijo...

Pero esto no sólo pasa en el caso de IKEA, ni con esos autónomos que trabajan para IKEA. Los trabajadores por cuenta ajena también somos prostituidos, es lo que siempre se ha llamado explotación. Parte del dinero que genera nuestro trabajo va al empresario, sin que éste haya hecho nada, bueno, lo que ha hecho es generar trabajo, es decir, buscar y encontrar una forma de hacer dinero,que todo hay que decirlo, no es fácil. El problema se da cuando el nivel de prostitución es alto, que sucede en el caso de IKEA y en el de casi todos los trabajadores por cuenta ajena.