Resaca de Lunes de Pascua

La Semana Santa tiene, evidentemente, un sabor propio y particular que se puede apreciar tan sólo en la Piel de Toro y en aquellos otros países herederos de nuestra cultura.  A tal punto que lo que hace unos años parecía destinado a su pronta desaparción ha resurgido con fuerza inusitada gracias a las políticas que se iniciaron en la época de Felipe seguidas por el resto de gobiernos sin excepción.  Políticas naturalmente enmarcadas en nuestro corpus legal.

¿España un país aconfesional?  Quien lo duda, ¿acaso no lo recoge así nuestra Constitución?  Y esa aconfesionalidad que se vive con tanta intensidad en todos los rincones de España ocupa por igual a tirios y troyanos.  Podemos ver a Oriol Junqueras, presidente de ERC y alcalde de Sant Vicenç dels Horts en la procesión de la Cofradía del Santísimo Cristo Redentor y de Nuestra Señora de la Soledad, no como un cofrade cualquiera sino como Alcalde para aclarar que la futura independencia catalana sólo recogerá las mejores tradiciones del rancio españolismo, en este caso su famosa aconfesionalidad y el número de ritos públicos, tanto a él, decíamos, como a los garantes de la Unidad de la Patria en plena emulsión hormonal, brazo en alto y a pleno pulmón garantizando nuestras mejores tradiciones turísticas.

Claro que qué mejor ejemplo de aconfesionalidad y separación de la Iglesia y el Estado, no ya que los Monarcas acompañados de su familia más cercana, acudan a misa el Domingo de Resurección, sino que sea noticia incluso de portada del telediario u ocupe unas cuantas planas en los periódicos de libre expresión y difusión españoles, noticia de indudable interés y atractivo para el conjunto de la población española, ya se sabe que todas las noticias son neutras.

Fruto de esta aconfesionaldiad garantizada por nuestras leyes, el gobierno popular, llevado de ese extraño patriotismo constitucional que padece, concedió hace pocos días la Medalla de Oro al Mérito Policial a la Virgen María Santísima del Amor.  ¿Exepción?  No, claro está, antes ya había sido condecorada la Virgen del Pilar con la Gran Cruz de la Guardia Civil.  ¿Novedad?  Tampoco, la separación iglesia-estado se puede rastrear en el año 2004 con la concesión de la misma distinción a la Junta de Gobierno de la Real Ilustre y Primitiva Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Cena, Santísimo Cristo del Amor y María Santísima del Rosario’ y en 2010, a la Real, a la Venerable e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Aurora.

Tal es así que hemos pensado para el próximo año apuntarnos a alguna peña de estas para salir en gozosa procesión a imitación del hermano cofrade que se puede ver en el video de más abajo.