Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 27 de noviembre de 2008

GM y Mildred

Todas las comparaciones son odiosas. Y cuando se compara lo que pasa en Zaragoza con el resto de Aragón, todavía más.

La noticia ha saltado. Marcelino Iglesias, el hombre sin ideología, se ha puesto a la vanguardia de quienes piensan que el dinero público debe salvar a la industria del automóvil. No voy a entrar a discutir si es o no lícito, no, pero sí me gustaría una mínima comparativa.

Dice que el Gobierno de Aragón va a dejar un aval de 200 millones de euros para garantizar la continuidad de General Motors en Figueruelas y que se construya el nuevo Meriva.

Cuando uno teclea en la red GM la primera noticia que aparece es que está al borde de la quiebra. No la factoría zaragozana, la multinacional. Las noticias son tal alarmantes para GM que ha dejado de cotizar en la bolsa neoyorquina. Los directivos, en pie de guerra piden al Congreso de los USA ayudas directas, pero no sólo ellos, también el resto de compañías automovilísticas. El debate está también en Europa y por supuesto en España. Nisan, Citroen, Renault... todas la compañías vuelven su mirada a papá estado, el otrora denostado papá estado, para que saque sus ubres llenas y le permitan ordeñarlas. Sí, esas ubres que estaban vacías hasta hace cuatro días para proyectos de carácter social o para infraestructuras necesarias.

Pero no es de esto de lo que se trataba. Resulta que Marcelino, el hombre de cera, se convierte en referencia mundial ya que el Gobierno de Aragón va a ser el primero del mundo que va a dar ayudas al sector del automóvil. Y además con rapidez extrema.

Esa ayuda no evita la posible quiebra de GM, no, no crean, tan sólo, si todo va bien, permitirá que se recorte un poco de plantilla, se reduzca la jornada y se garantice la construcción del Meriva.

200 millones de euros.

En Huesca teníamos nuestra pequeña GM. Se llamaba Mildred. Eran 400 puestos de trabajo (eso sí, casi todo mujeres y bastantes inmigrantes, gente de segunda, en definitiva), que también generaban puestos de trabajo indirectos, quizá no tantos como el sector del automóvil, pero alguno sí, y también atravesó por problemas. No era de tanto dinero. Tan sólo 12 millones de euros. En realidad con 6 u 8 se podría haber solucionado. Sin embargo nuestro presidente no se molestó ni tan siquiera en pensar que pudiera haber ayuda pública. Y por varios motivos: Huesca no es Zaragoza, lo que es obvio. Mildred no es General Motors, lo que también es obvio. En Huesca van a la calle mujeres e inmigrantes lo que no ocurre con GM. Y 7.500 puestos de trabajo (unos pocos menos, como nos dirá el tiempo pasados unos meses) por 200 millones salen a unos 66.666 euros por cabeza, justo el doble que los 12 millones que necesitaba Mildred para 400 puestos de trabajo, a unos 30.000 euros.

Al tiempo que esta noticia aparece en todos los medios de comunicación, en Huesca otra empresa vuelve a cerrar, esta vez OSCAINOX. Otra más. Al Gobierno de Aragón ni está ni se le espera. Como tampoco se le espera en Barbastro, Sabiñánigo o Teruel y el cierre de sus respectivas empresas. Esas no son de postín. No dan lustre. Con esas no sales en las noticias de las tres de la tarde.

Bueno. Ya podemos dormir traquilos. Marcelino, el hombre sin expresión, ha actuado. Gracias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si a los de aquí le sudan los cojones las empresas de aquí, que van a hacer los de allí...

Un día menos para la revolución.

Anónimo dijo...

Esos datos que ofreces de Mildred no son ciertos. La empresa no pidió un aval, sino que cerró porque la mala gestión la hizo inviable.

"Mildred acumula varios problemas. Por un lado, tiene pendiente la prórroga de un convenio con los acreedores (en suspensión de pagos desde 1999). En los últimos meses, además, ha tenido que hacer frente a un encarecimiento de los precios de las materias primas y a la tardanza de su principal comprador, la cadena de hipermercados Lidl, en hacer frente a los mismos. Como consecuencia, la empresa tiene dificultades en el pago de facturas. A dicha firma surte el 90 por ciento de la producción.

Pero, además, ha tenido problemas en una nueva línea de producción. Mildred-Pauni ha tenido que retirar productos ya enviados a 19 países por defectos de calidad y reponerlos. Esta situación ha derivado en nuevos problemas económicos".

Igual que la Opel

Espartaco dijo...

Es cierto que Mildred no pidió un aval. Como es cierto que Mildred arrastra desde hace mucho tiempo una mala gestión. (Supongo que como GM que está al borde de la quiebra, yo no sé si GM tendrá a su LIDL particular o lo que sea, pero ambas empresas están en malas condiciones)

No trato en ningún momento realizar una comparación entre ambas empresas, no tengo datos suficientes, pero sí que comparo la respuesta del Gobierno de Aragón. Eso sí es comparable. Cuando hace dos años se propuso por parte de CHA que se llevase dinero público a una empresa privada (de la forma que fuera) todo el mundo se llevó las manos a la cabeza. No se podía intervenir en la empresa privada, eso es TABÚ. Y sin embargo esa misma situación pasa con OPEL y el Gobierno de Aragón no actúa de la misma manera. No digo yo aquí que esté bien o mal la intevención. Digo que el Gobierno de Aragón en un caso se lavó las manos y en el otro no. Y doy mis razones, fundamentadas en dos grandes bloques, por una parte la apatía sociopática de la ciudad de Huesca y sus ciudadanos, la segunda es el escaso eco electoral que se tiene (incluso a efectos de repercusión mediática)

Para Zaragoza, con 600.000 habitantes, el cierre de GM supone un trauma. Para Huesca con 50.000, la pérdida de 400 puestos de trabajo es un trauma todavía mayor. Y Marcelino guarda silencio. Eso es lo criticable y que supongo estarás de acuerdo conmigo.