Marino López ha presentado solicitud de concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos) y ha sido noticia en todos los medios de comunicación de la ciudad. Quizá no fuese la empresa relacionada con la construcción que más sonaba en cuanto a que atravesaba una mala situación, rumores llevan oyéndose desde hace tiempo de otras grandes empresas que hace tiempo comenzaron una loca carrera de despidos de sus trabajadores.
Mientras, la noticia salta y el Ayuntamiento de Jaca firma un convenio para la construcción de 700 nuevas viviendas en ¡Astún! fiando el desarrollo de la comarca nuevamente a la construcción (algo parecido al impulso del Gobierno de Aragón a través de ARAMON con la ampliación de Cerler)
¿No ha llegado la crisis de la construcción a nuestros políticos psoealistas? Parece ser que creen que todo es pasajero y su apuesta es por volver a retomar el modelo que nos ha traido esta crisis, como si no fuese con ellos lo que está pasando en el mundo.
Mientras, los representantes sindicales de CC.OO. y UGT realizan duras críticas a las empresas de la construcción que cierran inmisericordemente despidiendo a sus trabajadores y dejando deudas que atrapan a las empresas suministradoras mientras la ruina personal de sus dueños permitiría que pudiérmos vivir los lectores de este blog, y varias generaciones que nos sigan como auténticos marqueses.
Pero este tipo de construcción tiene relación con otro mito que durante años ha calado hasta los huesos como modelo de desarrollo: el turismo. En España representa el 10% de la economía y este año pasado bajó por primera vez más de un 1% previendo que en los próximos 5 meses la caída pueda llegar al 6%. Sin embargo nuestros psoealistas continúan firmes en su apuesta de construcción y turismo ya que debemos añadir a los casos ya citados la fragante estafa de Gran Scala, otra vuelta más de la misma tuerca.
No voy a entrar a valorar aquí los impactos medioambientales que este tipo de desarrollo económico tiene aparejados, bastante se ha dicho ya sobre eso (aunque siempre es poco ya que los que tienen que escuchar parece que tienen grandes tapones de cerumen en sus orejas), mi reflexión pasa por otro derroteros.
En la ciudad de Huesca, no hace tanto tiempo que nuestro presunto Primer Edil (antes de alcanzar la toga senatorial) presumía del número de grúas que se levantaban orgullosas en nuestro horizonte. Pues bien, el sr. Elboj, acompañado fielmente por el sr. Lafuente, decidieron que la nueva apuesta de desarrollo de la ciudad era el turismo. Millones de euros, más de lo que pueden soportar las arcas municipales, fueron a parar a un mastodóntico Palacio de Congresos con la fe de convertir a Huesca en un destino de turismo empresarial y congresual. Al tiempo que generaban grandes titulares con tan mastodóntico proyecto comenzaba el cierre de empresas, algunas con gran alaraca mediática, tipo Mildred, y otras en la más íntima de las soledades. Las cifras del paro crecían cada día un poco más pero la fe ciega en la economía de mercado les impidió ver la realidad.
Hoy la realidad está saltando por los aires, como las escuelas y edificios de la ONU en Gaza, si no bombardeadas con fósforo, sí por la estulticia de economistas de bata blanca que han hecho el caldo gordo a banqueros y especuladores con el beneplácito de PP y PSOE.
En la ciudad de Huesca, ante el despiste monumental de nuestros concejales, vemos presumir al Alcalde de millones de inversiones en el Casco Antiguo (viejo mejor decir), millones que todavía no han asomado el morro ni tan siquiera sobre el papel, recordemos que no hay presupuestos, ni tan siquiera borrador de los mismos, instrumento fundamental para que semejante lluvia de millones pueda limpiar las embarradas calles del entorno de la Casa Consistorial. Y allí se acaba todo. Eso sí, unanimidad en cuanto a los futuros estudios universitarios, al menos en cuanto a su petición, pero realmente ideas sobre como salir de la crisis ni una ni media.
Es más, el inefable Lafuente, a través del altavoz del poder que se llama Radio Huesca, lleva una serie de apariciones en las que apuesta por grandes empresas que vendrán de fuera y resolverán todos los problemas. Ahora bien, políticas propias ninguna. A tal punto llega el despiste que mañana parece ser que aparecerá un consejero del Gobierno de Aragón e inaugurará PLHUS, una plataforma logística sin empresas logísticas y lo que es peor, sin conexión ferroviaria.
Es necesario un alto en el camino. Es necesario que nuestros gobernantes reconozcan su incapacidad (demostrada) para hacer frente a la crisis. Es el primer paso para buscar soluciones. La altivez que demuestran ante la falta de ideas les impide poder oír a los demás. Como cualquier terapeuta mediocre sabe, lo primero es reconocer el problema, que ellos tienen que reconocer su problema y es que no saben que hacer, que no tienen ni idea. A partir de allí podrán escuchar otras propuestas, otras ideas, otras soluciones, que en ningún caso serán fáciles, pero que siempre será mejor que tomar de la medicina que nos ha provocado la enfermedad.
5 comentarios:
¿Será que no te parece bien que haya "empresas que vendrán de fuera"?
¿Cuál es tu alternativa?
A mí me parece bien que vengan empresas de fuera. Es más, me parece perfecto. El problema es que llevamos años oyendo esta cantinela (y otras) y mientras tanto esa adormidera ha calado en todos los discursos políticos sin intentar siquiera buscar otra alternativa que entiendo debería pasar por dos ejes fundamentales: un cambio en la política económica y poner en valor los recursos propios como generadores de riqueza y desarrollo. Espero algún día poder aportar mi granito de arena al respecto pero algo dije ya cuando hablé sobre el Matadero Municipal. http://espartaco-ysinembargosemueve.blogspot.com/2008/12/hambre-en-el-mundo-y-el-matadero-de.html
Hombre, puestos a traer "empresas de fuera", así, de palabra; quizás sea mejor traer billetes de 500 euros o extraterrestres. No sé.
Hay que ser bodoque.
El bodoque es uno que se dedica a lo que se dedica: decir tonterías por iniciativa propia o a la contra de la iniciativa ajena.
En cuanto a la idea de Espartaco de una nueva política económica en efecto, el Ayuntamiento de Huesca es quien debe iniciarla para cambiar el mundo. Si no funciona, ah, lo siento.
Los recursos propios son idóneos para acoger inversión de capital exterior a la ciudad, puestos en valor para generar desarrollo u riqueza. Sí, he dicho capital pero los iluminados creen que el dinero es malo y punto. Como tú.
El problema de la socialdemocracia es la falta de ideas propias. Hace tiempo que abandonaron los principios que les eran propios y se han refugiado en los de la derecha. Y esa situación marco es la que llega a todos los rincones de nuestra geografía. Hay ausencia de ideas alternativas al modelo, al sistema que impera en la mayor parte del plantea, aún cuando ese sistema es depredador y generador de desdigualdades.
Está claro que comenzar a construir una alternativa, y sobre todo desde lo local, es difícil pero no imposible. Hacen falta dos condiciones indispensables, tener volutad e ideas. Desgraciadamente el PSOE de Huesca, como al de España, carece de ambas.
Claro que es posible otro modelo, comenzando por no dilapidar los recursos públicos, como el dinero que le quieren dar a la SD Huesca con el tema del Alcoraz, recortar la corte del Alcalde, o realizar inversiones con algo de cabeza.
El problema es que siempre habrá quien se pondrá de parte del cabeza de filas del PSOE aunque éste sea una escoba.
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