Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

lunes, 19 de enero de 2009

La manifestación

Miles de personas participaron este domingo en una manifestación convocada por CC.OO. y UGT en Zaragoza. De 10 a 12 mil dice el Heraldo. 35 mil dicen los organizadores, en cualquier caso mucha gente.

¿Qué reivindicaban? El personal cansancio, hastío, miedo y seguramente alguno debía pedir un cambio en las políticas económicas, la mayor parte un milagro. La manifestación me recuerda a otra celebrada en Huesca ya hace años, encabezada por Luis Acín y Rodolfo Ainsa, un 30 de abril, seguida a pies juntillas por nuestros sindicatos para no hacer otra el 1º de mayo, al día siguiente. Aquella manifestación fue más bien una rogativa ya que todos juntos, patronos y trabajadores, gobierno y oposición reclamaban puestos de trabajo. ¿A quién? Seguramente al Señor nuestro Dios, porque a otro...

Pues bien, esta manifestación dominical me ha recordado a aquellos luctuosos días. Los sindicatos se han posicionado valientemente reclamando que las empresas no cierren, que no planteen ERE's y que no tengamos recortes salariales. Bueno, un poco como cualquier manifestación que puedan hacer los sindicatos de empresa en los USA. No hay análisis de la crisis, no se habla de la goblalización y sus perversos efectos en las economías locales, de la deslocalización de las empresas, del mercado, en definitiva. Tampoco se habla de como eso tiene consecuencias políticas como el nuevo Tratado de la Unión Europea, que no deja de ser nada más que la concreción política de estas propuestas políticas. Y claro, no lo pueden decir porque nuestros sindicatos son firmes partidarios de esas políticas neoliberales, aunque no lo digan porque está feo. En España hubo un referendum sobre esto y tanto la UGT como las CC.OO. se posicionaron a favor.

Los sindicatos (qué lástima) no tienen alternativa. Cuando se plantea el cierre de una fábrica no la ocupan para que la gestionen los trabajadores, no, negocian los días de indemnización por el despido (creo que se llevan un pequeño porcentaje, pero no estoy seguro). No plantean la ocupación de los espacios productivos y reclaman una legislación que legalice estas actuaciones, no trasladan la intervención en los patrimonios privados de los empresarios que se arruinan con millones de euros en su cuenta corriente. No piden la expropiación de los bienes productivos... en todo caso solicitan unas ayudas del dinero público para que las empresas sigan despidiendo trabajadores, como en el caso de GM en Zaragoza.

No me extraña que exista unidad de acción sindical. No me extraña que no se oigan voces críticas con las políticas del gobierno de ZP. No me extraña que no planteen una huelga general... ¿Qué pedirían? ¿Más dinero para Botín y los bancos?

Es posible que con el PP se planteasen recortes sociales (en las prestaciones del paro y todo eso) aunque es posible lo contrario, los partidos populistas no suelen hacer estas cosas en épocas de crisis. En cualquier caso si la crisis le hubiera estallado a Rajoy las voces de los dirigentes sindicales serían mucho más críticas, aunque hubiera hecho lo mismo que el PSOE, estoy seguro de ello. Y es que los sindicatos ya no son sindicatos. Ya no tienen alternativa social, al menos los sindicatos de clase (todavía se llaman así).

Me permitirán que en futuros llamamientos a movilizaciones muestre mi desconfianza sobre las mismas, sobre todo si no cambian radicalmente de discurso.

No hay comentarios: