La Muela

Todo el mundo se ha enterado, quien no lo sospechaba ya lo sabe. Ahora vienen las reflexiones y los análisis políticos. Bueno, mucho se escribirá al respecto. Pero lo que más me ha llamado la atención han sido determinadas declaraciones en radios y periódicos y comentarios en blogs de vecinos del pueblo respaldando a la encausada (entiéndase a la alcaldesa)

Esta actitud no es nueva, en otros pueblos donde también han enchironado al alcalde por corrupción urbanística hemos visto incluso manifestaciones a favor del ladrón.

¿Por qué? El planteamiento es claro, sí, sí, robó, pero hizo mucho por el pueblo. Y parece que efectivamente es así, en los sitios donde más abunda la corrupción, más abunda el dinero y por lo tanto más se mueve la economía lo que se traduce en mayor generación de puestos de trabajo y, en un principio mayor reparto de la riqueza. Es una constante. Y es lo que en realidad vive la gente. La Muela, hace 20 años 700 habitantes, hoy 5.000.

Claro que de esta pátina de riqueza compartida para todo el mundo, cuando se rasca un poco, se ve que los desequilibrios son enormes. Si la riqueza en La Muela se había extendido era por las inmensas fortunas que habían hecho unos pocos. Digamos que las migajas que caían al suelo eran más y más grandes, ya que el pastel crecía y crecía, lo que producía este espejismo.

Ahora bien yo me pregunto: ¿es propio sólo de los casos de corrupción o se puede extender al conjunto del sistema? ¿Hasta que punto el respaldo ciudadano a los corruptos es tan sólo el reflejo de una realidad más grande que es el respaldo ciudadano a un sistema que emplea el modelo de la acumulación para repartir migajas? Y lo que es más importante, ¿a costa de qué y quiénes? ¿Del medio ambiente? ¿De la explotación salvaje del tercer mundo?

¿Acaso el modelo de Gran Scala no responde (de momento sin corrupción probada) al crecimiento de La Muela?