Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 3 de junio de 2009

Rodolfo Ainsa

Decía en la entrada anterior que buena parte de la culpa de lo que nos pasa la tenemos nosotros mismos. Decía que lo que está en crisis es el sistema mismo pero que mayoritariamente esta sociedad está conforme con vivir en un sistema social y económico enfermo, que no lo quiere curar.

Y resulta que hoy es primera plana Rodolfo Ainsa (Fito) por estar presuntamente relacionado con la trama de corrupción de La Muela y, según se deduce de lo publicado, imputado por tráfico de influencias.

Rápidamente me he acordado de Zaplana que dijo aquello de me he metido en política para forrarme... y continúa siendo un tipo respetado (que no respetable) y además votado por la ciudadanía que es sabia (como todo el mundo sabe)

Dicen que dijo Churchill que la democracia es el menos malo de los sistemas. Es posible, yo no conozco otro mejor. Ahora bien, no debemos presumir muy alto de que esto nuestro es una democracia. En todo caso una partidocracia (con permiso de los que mandan), lo que no quiere decir que no tengamos ganadas determinadas cotas de libertad que han sido utopía durante siglos. Nadie lo niega.

Y además, con todas sus imperfecciones, yo sí creo que el actual modelo responde en buena medida a nuestra realidad social. Creo que la mediocridad actual de nuestros políticos (no sólo los municipales) es un buen reflejo de la mediocridad y de la ausencia de debate político en nuestra sociedad. Y es que en defintiva los políticos no deja de ser un ramillete de ciudadanos extraídos de nuestros barrios. Y la fórmula de extración es la de la elección. Y elegimos a aquellos con quienes nos sentimos más indentificados.

Sí, sí, creo que los políticos son un buen reflejo de nosotros mismos y si hay tantos casos de corrupción es porque la sociedad tiene altos niveles de corrupción.

¿Excepciones? Por supuesto que las hay. En Seseña, por ejemplo, un Alcalde se enfreta a la corrupción... y lo llevan a juicio. Pero esos casos, esas rara avis, no dejan de provocar comentarios jocosos, admirativos en algunos casos, pero que no impiden la norma.

El domingo estamos llamados a las urnas y votaremos, mayoritariamente, a PP y PSOE, partidos ambos representantes de diferentes tipos y modelos de corrupción. ¿Extraño? No, ellos son nosotros.

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