Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 26 de noviembre de 2009

El Estatut

Está claro que algo pasa y que hay quienes no quieren ver. Nadie que siga este blog podrá argumentar que es proclive a ningún tipo de nacionalismo, ni periférico ni central, pero el hecho de que ese sea un punto de vista, opinión o pensamiento político del autor o autores de este blog no quiere decir que no tratemos de ver la realidad más allá de nuestra ideología. Y por eso hay que reconocer que hay una realidad que sigue existiendo: el nacionalismo.

Cierto es que todo él se basa en mitos y que carece de planteamientos racionales o de clase pero cierto es que es un sentimiento extendido del que beben todo tipo de clases y sectores sociales, motivo y fundamento de guerras, en ocasiones teñidas de religión o de raza, pero con un fondo único.

También ha sido el nacionalismo moneda corriente entre los movimientos de liberación de los años 50 y 60 existiendo una extraña fusión entre él y el socialismo (Cuba y Vietnan son claros ejemplos) pero a lo que vamos, es una realidad.

Y esa realidad, interclasista, tiene su expresión en un editorial conjunto de todos los periódicos catalanes, desde los conservadores hasta los independentistas. El editorial se puede leer aquí: http://www.publico.es/resources/archivos/2009/11/26/1259226232579editorial_estatut.pdf

Y realidad es que tiempo ha faltado al otro nacionalismo encabezado por Pedro J. en realizar un rápido contrataque que promete tan sólo un adelanto de lo que mañana innundará sus páginas.

Tiempo para el debate, tiempo para la reflexión.

A vuelapluma tan sólo dos reflexiones: ambas posturas basan sus argumentos en algo tan lejano como el consenso de la transción. Ambas posturas dicen de la otra que dinamita ese consenso. ¿Consenso entre quienes, preguntamos? ¿Entre franquistas y no franquistas? ¿La sociedad, el mundo no cambia? ¿Hasta cuando tenemos que permanecer con las mismas leyes y los mismos puntos de vista?

La segunda es la oportunidad dentro del marco legal y las posibilidades que hay de hacer política. En España se puede ser republicano, o independentista, pero es imposible ejecutar dichas políticas dentro del marco legal del que nos hemos dotado ya que la modificación de la Constitución es poco menos que imposible ya que una mayoría de 3/4 de población no es suficiente para cambiarla la norma básica. ¿Dónde queda entonces la democracia?

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