No hace mucho, Santiago Niño Becerra, anunciaba que la crisis no había acabado que lo veríamos en poco tiempo y que las cosas para España no apuntaban buenas maneras.
Muchos, entre ellos algunos lectores de este blog, dijeron cosas sobre el economista Santiago Niño y sobre otros muchos que piensan de manera distinta al pensamiento oficial neoliberal, algunas de esas cosas terribles.
Hoy vuelve la economía a ser noticia y, de pronto, salta la sorpresa: aún sabiendo que los puestos de trabajo no los crea ni los destruye la legislación laboral, aún sabiendo que los puestos de trabajo tienen que ver con el sistema económico y productivo de un país, los sindicatos se arremangan y dicen que no quieren que participe el Gobierno en las negociaciones con la Patronal, que el tema de la reforma lo arreglan entre ellos solitos.
La noticia me hace temblar. Nuestros sindicatos, esos que en Huesca van a hacer una manifestación conjunta este Primero de Mayo, esos sindicatos sin ideas, sin ideología, prestadores de servicios, sin capacidad movilizadora ni reivindicativa van a juntarse con los tipos de respaldan a Díaz Ferrán, y van a modificar mis condiciones laborales. Es para acojonarse. Hasta un tipo tan bregado como Espartaco, después de haber sido crucificado por el Imperio, se acojona con esta noticia.
¿A qué esperan los sindicatos españoles para ser realmente lo que se espera de ellos? Bueno, lo que esperamos los trabajadores, no lo que espera el régimen, que mire usted, el régimen ve con muy buenos ojos a CC.OO. y a UGT
4 comentarios:
Se mire por donde se mire la gestión de la crisis del Presidente Zapatero es un verdadero desastre, y a mi entender es el mayor problema que tenemos en estos momentos. Todos los esfuerzos que se pierden en otras cosas son una autentica tonteria. Con las cosas del comer no se juega.
¡Estoy de acuerdo! nomelopuedocreer
No recuerdo que se dijeran aquí cosas terribles sobre Niño Becerra. Predijo un crash mundial para el 2010 y en esas estamos, esperando a ver si se cumple todo lo que dijo y le damos el nobel de economía o si pedimos su cabeza, nada más.
A mí, si los sindicatos se sientan con la patronal y llegan a acuerdos, me parecerá estupendo. Y, desde luego, espero lo mismo, mismo, mismo, pero no para mañana, sino para hoy, para ayer, para antesdeayer, del gobierno, la oposición y otros partidos.
Me das una de cal y una de arena (por cierto, ¿cuál es la buena? ¿La cal o la arena?).
Te explico allí, Espartaco amigo, el problema que tengo con UNO de los Espartacos. El último siempre será bien recibido.
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