Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 1 de junio de 2010

Mejor sin hipocresía

"En casos extremos es necesaria la fuerza militar para asegurar nuestros intereses, por ejemplo la salvaguarda de nuestras rutas comerciales"

Estas declaraciones han supuesto la caída del Presidente de la República de Alemania.

Han provocado indignación entre una población que no ve con buenos ojos la intervención militar en su país den la guerra afgana y que piensa que allí no se les ha perdido nada.

El Presidente, un tal Horst Köhler, ha dicho lo que realmente piensa. Es más, no sólo ha dicho lo que piensa, ha dicho lo que pasa, la realidad, y esa metedura de pata no puede permitírsela un país "democrático" y mucho menos si es "occidental"

Es una atrocidad que un político diga lo que realmente piensa. La población no está preparada para eso. ¿Por su incapacidad para comprender? No, porque deja en evidencia todas las mentiras que nos cuentan un día tras otro.

La guerra es un negocio y responde a intereses económicos, exclusivamente. Nadie a estas alturas de la película, se cree eso de la salvaguarda de los derechos humanos, de lo del burka y resto de milongas. Después de tantos años (quiero recordar que antes de la guerra de la Unión Soviética en Afganistán algún logro se había realizado, alguno tan importante que visto desde nuestra perspectiva hoy es inalcanzable) todo el mundo tiene claro que la presencia occidental en Afganistán no tiene nada que ver con lo que nos han contado.

Pero Afganistán no es diferente a los motivos de la guerra de Irak.

Sin embargo en España parece que la guerra de Afganistán tiene una especie de patente de corso (quizá por estar apadrinada por el PSOE) que no la hace objeto de las críticas de nadie (salvo honrosas excepciones, quiero recordar alguna votación en el Congreso y la extraña soledad de IU en este asunto)

Ello, naturalmente, lleva a tener que dar la razón al PP en este asunto cuando habla de hipocresía de la progresía española, de hipocresía de los artistas de la ceja, de determinados medios de comunicación que en su momento se convirtieron en medios de movilización de masas, de determinados "intelectuales", pesebristas más bien, que guardan silencio cuando se lo impone su patrón, por no habla del vergonzoso papel como correa de transmisión de los sindicatos oficiales del régimen.

Lo cierto es que todos ganaríamos mucho si fuesen como el ya expresidente de Alemania y hablasen sin hipocresía. Todo el mundo sabría lo que realmente piensan los políticos y no se camuflarían tras ropajes de colores que no les corresponde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no creo que la falta de hipocresía sea patrimonio de ningún partido. tampoco de iu. ni de usted.

Espartaco dijo...

Es usted un polemista que no desmerece. Lástima que sea monotemático. Si abriese un poco sus miras sería fantástico pero la obsesión aburre, no sólo a los autores del blog, también a sus lectores.

En cualquier caso siga insistiendo, que no decaiga ese ánimo. ¡Adelante!