Kosovo

No podemos nada más que alegrarnos de la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre la decisión kosovita. Reconoce el derecho de los pueblos a la independencia sin entrar a valorar la jurisdicción interna de los territorios.

Claro que esta decisión no es un tema menor ya que es una sentencia exclusiva para el tema kosovar y no extrapolable a otros territorios, no porque lo digamos nosotros sino ellos.

Es decir, que el tema de la independencia de Kosovo ha tenido este resultado precisamente por ser los actores en conflicto Serbia y Kosovo y no otros. La decisión tienen un marcado carácter político. ¿Qué hubiese dicho el tribunal en el caso de Cataluña o del País Vasco? En la situación política actual hubiera sancionado todo lo contrario. ¿Y con Osetia del Sur? Lo mismo. Al igual que con el Kurdistán (igual da el irakí que el turco), no es factible su independencia. Es una lástima que no se pueda hacer la prueba pero en ese caso hubiera primado la integridad territorial y la legislación nacional para obtener una sentencia negativa.

En cambio tengo verdaderas dudas en el caso de la Media Luna Boliviana (ya saben, esa parte de Bolivia más rica y con población mayoritaria de origen criollo y no indígena) En ese caso la Corte Internacional hubiera tenido verdaderos problemas y hubiese esperado a las decisiones del concierto internacional de las naciones (es decir, los USA, Alemania y unos pocos más) antes de pronunciarse.

La decisión es sobre todo y ante todo una decisión de carácter político, una decisión que ignora una parte de Kosovo independentista del mismo Kosovo, Kosovo del Norte, de clara mayoría étnica serbia.

En definitiva, la decisión de la Corte Internacional de Justicia es tan solo una justificación, un barniz que pretende dar carácter de legalidad a una decisión política previa que estaba ya tomada por parte de las potencias dominantes.