La tormenta perfecta (y la calma)

Como cada verano por estas fechas tuvimos en Huesca una tormenta de esas que nos ponen en los papeles y la gente sabe de la existencia de nuestra ciudad. No dejó de ser nada más que eso, 10 minutos de vientos huracanados y fuertes lluvias que provocaron los destrozos habituales: árboles caídos, marquesinas volando, desprendimientos en fachadas...

Eso sí, como cada verano la tormenta fue impresionante, causó admiración a unos cuantos y a los más pequeños les dio miedo.

Pero mientras teníamos una tormenta que ha conseguido refrescar el sofoco de estos días pasados la calma nos llega a través de los medios de comunicación. Dos hombres tranquilos, sosegados, pausados, casi podríamos decir que por sus formas aletargados (digo por sus formas, no por sus fondos) se reunieron ayer para, en una minicumbre, escenificar el nuevo rumbo ciudadano, me refiero, claro está a la cita que tuvieron Luis Felipe y Marcelino Iglesias.

Este ir y venir del nuevo Alcalde, tanto trajín de reuniones, fotos y declaraciones hace parecer que soplan nuevos vientos en la plaza de la Catedral. Nada más y nada menos que durante la minicumbre se abordó, entre otros, el problema de LUNA. Es más, es un tema que preocupa a ambos presidentes (Presidente de la DGA y Alcalde-Presidente) ¿más vale tarde que nunca?

Parece con esta foto que ante este problema (LUNA) los dos se van a remangar y coger el toro por los cuernos. Claro que éste, según parece por las fotos y declaraciones, es un problema que les ha caído encima, que no se esperaban, que no tenían en su agenda. Es como si los dos fuesen nuevos toreando en la plaza y no conociesen los problemas del albero oscence.

Así que ya saben, calma, tranquilidad, que los dos prohombres van a ponerse manos a la obra, a resolver el problema.

(Desgraciadamente lo mismo dijeron de MILDRED hace bastantes meses y hasta la fecha no hemos tenido ninguna novedad, y eso que eran 500 trabajadoras)