Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 9 de julio de 2010

La Roja

Todavía recuerdo el tremendo debate social que provocó la intervención de Josep Lluis Carod Rovira en el programa "Tengo una pregunta para usted" cuando un ciudadano del interior de nuestra piel de toro le llamó José Luis y se enfrentaron con motivo del nombre.

En las barras de los bares, en los blogs, en los periódicos... todos opinaban y desde luego el que no salió favorecido fue el político catalán.

Ayer, viendo la tele, veo una entrevista al héroe de la jornada Carles Pujol. Héroe de casta y raza, como gusta decir. Lo gracioso del asunto es que el entrevistador lo hacía a sabiendas que a quien entrevistaba era a un héroe español pero no por ello extrañó a nadie que lo llamase Carles Pujol (Puyol, pronunciaba) y no Carlos Pujol, con nuestra castellana pronunciación.

Supongo que a más de un patriota español se lo llevarán los demonios. Bueno, y más de un patriota catalán también, viendo que la columna vertebral de la selección española es el Barça y sus principales jugadores tienen todos nombre y apellidos catalanes.

Y es que esto del nacionalismo tiene estas jugadas tan sucias. Los nacionalistas periféricos tienen que sufrir mucho con los triunfos futboleros, sobre todo viendo la bandera española ondeando en todos los balcones y plazas, viendo a las masas enloquecidas de orgullo patrio mientras gritan soy español.

El mito de la formación de la patria, de la nación, tienen muchos componentes y muchos mitos. Uno de ellos es el fútbol, sobre todo a partir del siglo XX. Ya lo tenía estudiado Eric Hobsbawm desde hace tiempo en un librito que para mí es referencia sobre el origen de las naciones y de los nacionalismos. El caso español es toda una confirmación de lo que dice, clara, palpable y manifiesta.

En definitiva, los mitos tienen sus símbolos y en este caso el mito del nacionalismo español tiene como principal símbolo a La Roja que es la que ha permitido que nuestras calles se llenen de banderas rojigualdas sin ningún complejo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Se llama Puyol, y no Pujol. La pronunciación es distinta en catalán, y es igual a la castellana.
Si la selección gana el mundial, lo que es bastante probable, la bandera rojigualda habrá sido adoptada popularmente, con lo que a los republicanos se les va a acabar el rollito identatario, tan pobre como cualquier otro, que llevan con la bandera tricolor.

Y sí, los nacionalistas anti-nacionalismo español están tragando mucha bilis. ¡Y los republicanos de la banderita!

Anónimo dijo...

No le veo el carácter hipercrítico con este maxinacionalismo español que nos invade y que con tanto ardor y furibundia ataca cuando las manifestaciones proviene de los nacionalismos periféricos. Que pasa ¿que este se da por sentado que es el NATURAL?

Víctor C. dijo...

¿Ha vuelto a tomar Franco Madrid? Ah no, perdón, es que juega la Selección, como veo banderas borbónico-franquistas colgadas de las ventanas casi me hace pensar lo primero, uff, menos mal, ha sido como despertarme de una pesadilla.

Tengan en cuenta algo caballeros, La gente saca las banderas a los balcones, desconocedores de la historia de su propio país, por distinto motivo al que supone la política. Por tanto, no es razón para alarmarse.

Yo personalmente quiero que gane la selección, porque a día de hoy, que vivimos en un mundo comunicado debido a internet y por tanto que nos relacionamos con personas de otros países, siento la necesidad de que mi país vaya dejando de ser una "mierda" ante el resto del mundo, debido a los 40 años de retraso que llevamos respecto a los demás, y por tanto, aunque sea por pequeñas cosas como el fútbol, no es malo que empecemos a salir de la imagen tercermundista que tenemos, pues esa imagen me avergüenza, aunque el fútbol la cambiaría poco, también hay que reconocerlo, puesto que Brasil ha sido siempre el mejor país jugando al Fútbol, y admitamos que la imagen que tenemos de Brasil no es precisamente la de un país extremádamente avanzado, y ahora quizás más, pero en décadas anteriores no, que son las décadas en las que la selección brasileña era realmente grande.

Un saludo.

Espartaco dijo...

Pues tiene usted razón. Como ve no soy muy futbolero no pesaba que el apellido de nuestro héroe futbolístico era el mismo que el del Honorable, pero veo que me equivoco.

En cuanto a lo del apellido porque en lo que respecta al nombre sigue siendo Carles y boto a brios que ya no quedan hidalgos con gallardía para llamarlo CARLOS.

Espartaco dijo...

Tiene usted también razón en lo respecta a la bandera republicana. Pensé en incluir una referencia sobre ello en el mismo post pero preferí que gente avezada se diese cuenta de ese hecho.

Las nuevas generaciones vivirán con normalidad la bandera monárquica ya que es su bandera. Lo vivirán siempre y cuando el futuro sea una monarquía, con Felipe, Leticia y sus descendientes, Leonorcita, Sofía y ¿acaso un varón que estamos esperando?