Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 13 de julio de 2010

Yo soy español, español, español

No deja de ser curioso que el grito más oído estos días esté acompañado de una música que hizo famosa los coros del Ejército Rojo: Kalinka



Pero es que es el espíritu de los nuevos tiempos. Se ha forjado un nuevo sentimiento patriótico, una nueva idea de la nación española gracias a la victoria en el mundial de fútbol.

"ESPAÑA ACLAMA A SUS HÉROES" titula El País; "ESPAÑA SE RINDE A SUS HÉROES" nos brinda ABC; "COMO HÉROES" encabeza Heraldo de Aragón.

Héroes, efectivamente. Y los héroes son un ejemplo a seguir, son un mito, compendio de valores y virtudes que se estudiarán y servirán de espejo al que mirarse.

La televisión se ha encargado de demostrar que todo un país, sin excepción, se ha unido en tamaña celebración sirviendo de amalgama a sus diversidades.

"Yo soy español", gritaban unos preadolescentes ataviados con las camisetas del Barça. La fuente de Canaletas se llenó de banderas rojigualdas.

Una nueva forma de entender a España está surgiendo, un nuevo sentimiento cuyas bases son el orgullo de pertenecer a un país que ha ganado un mundial de fútbol. Ni las discusiones políticas estatutarias, ni los complejos debates constitucionales, o las sesudas reflexiones sobre la Transición pueden hacer mella en la nueva idea de España.

¿Orgullo por una democracia imperfecta pero que ha servido estos años para tener una cierta convivencia? ¿Orgullo por tener una de las mejores sanidades del mundo? ¿Orgullo por ser un pueblo que rechaza las acciones militares en el exterior? ¿Orgullo por ser pioneros en algunas legislaciones sociales más avanzadas del mundo? ¿Orgullo por ser uno de los países con más kilómetros de Alta Velocidad del orbe?

No, orgullosos de ser españoles porque hemos ganado un mundial de fútbol. Así de simple, así de complejo.

Todos los nacionalismos sin excepción, tienen una base mítica, irracional que sirve para hacer de ella bandera reivindicativa primero y expansionista después sin embargo en este caso el mito del nuevo nacionalismo español no es la Casa Real, los más de treinta años de paz y convivencia o los hilos mejor o peor cosidos de la unidad en la diversidad, el nuevo mito con el que se identifica la mayor parte de la población es la Selección Nacional de Fútbol. De allí de descuelgan banderas, gritos y cánticos.

Hemos podido repasar, y de manera abundante, los distintos acentos y lenguas de España expresando la misma unidad, el dulce castellano manchego, el cantarín bable, el incisivo gallego, el nasal catalán.

Los medios de comunicación han trabajado mucho en esa dirección y han aprovechado la ocasión para demostrar una verdadera unidad de lo diverso. Las televisiones, todas sin excepción han trabajado en la misma linea y a toda España ha llegado el mismo mensaje: todos nos sentimos orgullosos de España, de ser españoles y usted debe expresar el mismo sentimiento.

El ser humano es un ser gregario y por lo tanto necesita identificarse con un grupo, formar parte de él y nada mejor que introducirse en el mismo en los momentos de euforia producida por la victoria. Victoria, sí, como en el pasado los héores eran los vencedores de la guerras.

En Huesca, y a una escala mucho más pequeña, hemos podido vivir estos años pasados algo parecido con la SD Huesca, un equipo de fútbol que no lograba convocar a más de 700 personas en el mejor de sus partidos, tras la victoria y ascenso a la 2ª división se vivió algo parecido, un sentimiento aglutinador en torno a la idea de que el equipo de fútbol es la misma ciudad. Hoy, los domingos, son miles de personas las que asisten con regularidad a sus partidos y las calles se llenan de banderas y camisetas que lucen con orgullo.

Deporte y nación. Bueno, mejor fútbol, esa nueva religión, y nación. He allí las bases de un nuevo sentimiento patrio, tan válido como cualquier otro.

20 comentarios:

Florencio dijo...
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Florencio dijo...

Se me fue la pinza en comentario anterior, confundiendo la problemática Belga con la de los Países Bajos, de todas formas puedo ir a un ejemplo más cercano. El triunfo de la selección española no va a solventar el problema del Estatuto catalán.
Otro enfoque:
http://www.publico.es/deportes/327527/impacto/fugaz/relativo/futbol/politica


La URSS era una superpotencia también en deportes y había orgullo patrio por ello, pero en eso se quedaba.

Anónimo dijo...

Quien lo ha visto y quien lo ve a Ud al hablar de nacionalismos. Se ha vuelto de azucar glasé. Por añadir un nuevo lenguaje a los muchos que apunta y algunos que olvida. Ver para creer.Y es que es cosa sabida desde hace tiempo, desde los san Josés de Franco hasta el mes que un club del Barça, el fútbol es el fútbol. Y algo más.

Espartaco dijo...

Lo que trato de hacer es una reflexión, una lectura de un suceso que estamos viviendo estos días, sin perspectiva suficiente y con los elementos de análisis de que dispongo.

Al hacerlo, como en tantas ocasiones, procuro no mezclar mis convicciones políticas con el análisis. De todos es sabido el profundo repelús que me provocan todo tipo de patriotas y patriotismos, en demasiadas ocasiones he hablado sobre ello sin necesidad de significar que tan patriota era Franco como el más joven radical vasco o catalán, todos igualmente patriotas y nacionalistas. Pero esa es mi convicción, es mi pensamiento, mi ideología y no lo confundo con lo que está pasando ahora en España.

Un análisis mal realizado sería despotricar sobre las masas enfervorecidas y descerebradas que siguen como un rebaño a las banderas victoriosas, como antaño, pero eso no es un buen análisis de lo que yo creo que está pasando, que es el nacimiento de un nuevo tipo de patriotismo.

Espartaco dijo...

Florencio: Los habitantes de la antigua URSS se sentían orgullosos de su patria también por su potencia militar, por su imperialismo en Europa, por ser vencedores de la guerra contra el nazismo...

Ahora bien, ignoro si el problema del Estatuto Catalán es algo más que un problema de carácter meramente partidista.

Florencio dijo...

Y a pesar de todos esos motivos de orgullo patrio la URSS se deshizo como un terrón de azúcar en el torrente de la historia...
Nada es garantía de pervivencia y menos el deporte. Nada hay tan fuerte que pueda ser eterno y la selección de fútbol no creo que sea cemento de nada, en todo caso síntoma de algo existente.

Anónimo dijo...

Pues que quiere que le diga la historia está plagada de patriotas (no se si para Ud es lo mismo que nacinalistas) que lucharon y murieron con una gran convicción de sus ideales. Y desde luego no formaron parte de masas cavernícolas sino que lideraron grandes movimientos históricos. Luego, como todo, el patriotismo dependerá de para qué se hace servir.
Mire yo creo que su problema es que despotrica de los nacionalismos ajenos pero ignora o relativiza el propio, seguramente porque forma parte del estatus y no necesita reivindicarse. Es el NATURAL.
En fin este movimiento que Ud. analiza es para hacerlo mirar. Incluye a los que debajo de mi casa entonaban aquello de ....que en España empioeza a amanecer. Le suena.
Por cierto que pintaba un tipo-ídolo en un camión ondeando una bandera CON UN TORO.

Espartaco dijo...

Estimado anónimo: nadie niega que la historia (contemporánea) está plagada de patriotas (nacionalistas) Sólo tiene que mirar un poco el pasado más reciente Europeo o bucear en el siglo XIX, el siglo de los nacionalismos, (no en vano es cuando surgen las naciones, la idea de nación y los nacionalismos) Y si mira usted esa historia verá que los patriotas responden a unos clichés bastante similares.

De todas formas su afirmación me recuerda mucho a los mormones. Recuerdo a una pareja de mormones que hace años corrían por las calles de mi pueblo, con su placa identificativa y su camisa blanca, que me abordaron por la calle para revelarme la verdadera fe.

Claro, yo les dije que no creía en Dios y no tenía religión a lo que me miraron con ojos como platos pues no les cabía en la cabeza que no tuviese religión. No lo podían creer. Al igual que usted, su fe era tan grande que les impedía comprender que pudiera haber otros pensamientos, otras formas de comprensión del mundo. Ellos negaban que no tuviese religión y usted niega que no sea patriota (de ningún tipo) No lo puede entender. Su fe le impide aceptar que existan personas que no se sientan nacionalistas, ni aragoneses, ni catalanes, ni españoles. Eso rompe su esquema mental y su comprensión del mundo. Tal es así que inmediatamente me ubica en el otro bando de su guerra (o está conmigo o está contra mí, dice) y además de llamarme nacionalista español lo adjetiva con un tímido envite hacia posiciones fascistas. Claro, no puede ser de otra forma ya que así su mundo vuelve a ser perfecto ya parmenideo. Todo encaja.

Es más, hace un análisis de la historia absolutamente hegeliano identificando concepciones biológicas con conceptos políticos. Hegel habla del espíritu de Alemania a lo largo de la historia como un hecho natural y usted dice que ser nacionalista en un fenómeno natural. Claro, ya en el siglo XXI usar esos discursos dejan a uno un tanto fuera de juego.

En fin, para qué seguir, ya que supongo imposible poder abordar un debate basado en términos racionales cuando se tienen prejucios tan interiorizados como los suyos.

De todas formas me alarma constatar que todavía existen pensamientos de este corte en el seno de la izquierda.

Espartaco dijo...

Efectivamente Florencio, el deporte no es garantía de nada, los vientos de la historia son imprevisibles. Los mitos nacionales se van forjando poco a poco y si tienen éxito es porque la amalgama de sucesos en el devenir del tiempo los consigue fraguar. Lo que pretendo decir en el post es que este cimiento es grande y bien puesto, que afecta a miles de niños, preadolescentes y adolescentes, que es la edad en la que más se interiorizan esas cosas y que desde luego el nuevo patriotismo español está bien enraizado. Sólo hay que salir a la calle y verlo.

Anónimo dijo...

La prueba del algodón no engaña. Lo cotidiano que hacemos, decimos o escribimos termina siendo la verdadera prueba del nueve sobre la verdad o falsedad de nuestros ¿axiomas?. Por muy rimbombantes que seamos al enunciarlos. En fin para gustos colores es lo bonito de la, además de racional, sentimental especie humana.

Espartaco dijo...

Me gusta más que axiomas la palabra principios. Puede usted leer las diferentes entradas del blog para detectar las contradicciones existentes, que sin duda las hay, ya que en caso contrario dejaría de ser humano para convertirme en una máquina o en un fanático.

Es más, sería un bonito trabajo el que le propongo.

Florencio dijo...

No puedo menos que discrepar. Es cierto que a los críos les encanta el tema del deporte y el que la selección española haya ganado les habrá encantado.
Pero las personas cambian y evolucionan, en mi adolescencia no era nacionalista aragonés, creía en España y ese era mi referente, me alegraba cuando ganaba España y ahora me la repampinfla.
No sólo el mundo y las circunstancias cambian haciéndolo imprevisible, también lo hace la gente.
En 1850 en Cuba la mayoría se consideraban españoles, 50 años después la situación había cambiado.
Sigo pensando que el deporte no es suficiente.

Espartaco dijo...

Pero si en el fondo estamos de acuerdo. Los nacionalismos se basan en mitos alejados de cualquier análisis racional. Jordi Pujol los definió como un sentimiento y es la mejor definición que he encontrado. La base del nacionalismo es el mito que lo soporta, el mito que día tras día lo crea o fracasa en el intento. El deporte de masas es uno más y en este caso (allí es donde discrepamos) creo que se han dado buenos pasos para sustentar el mito del nacionalismo español. Lo que pasa es que se debe mantener, como los otros, ya que en caso contrario puede desparecer.

Florencio dijo...

Pues no sé cómo ves tú el nacionalismo. Yo soy soberanista aragonés y no me baso en ningún mito, si miras mi blog no verás referencias a Íñigo de Arista o los fueros del Sobrarbe...
Si yo pido la independencia aragonesa es porque me da la gana y porque creo que es lo mejor para el mundo y para Aragón y trato de convencer a la gente de eso.
No pido la independencia de mi país porque Alfonso I el Batallador fuera la releche y Aragón fuera un país independiente. Aunque ame la historia desde el punto de vista de la política actual me la repampinfla.

Florencio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Espartaco dijo...

En absoluto pretendo juzgar los motivos que llevan a nadie a creer en Papá Noel, en los Reyes Magos, en Dios, en la Santísima Trinidad o en la esencia eterna e inmutable de tal o cual país, cada cual tiene los suyos y todos ellos me parecen respetables.
Sin embargo los fenómenos sociológicos e históricos sí son un campo interesante para la reflexión y al igual que lo es el fenómeno religioso también lo es el fenómeno nacionalista, tan sólo eso.

Florencio dijo...

¿Estás comparando creer en Papá Noel o la Santísima Trinidad con considerar que la independencia de Aragón es posible y deseable?
Porque lo primero es indemostrable y lo segundo ya ha sido demostrado en el pasado.
Parece que para ti hay similitudes entre la creencia nacionalista y la creencia religiosa. También hay personas que comparan religión y marxismo.
Yo no tomo en serio ni una ni otra analogía. ¿Y tú?

Espartaco dijo...

En cuestiones de creencias todo es posible sobre todo cuando se parte de una afirmación tal como esta:
"La independencia de Aragón es posible (...)ya ha sido demostrado en el pasado"

¿Aragón en el pasado? ¿En cual? en la prehistoria, en la antiguedad, en la edad media (alta o baja) en la edad moderna o en la contemporánea?

Cierto es que la comparación entre marxismo y religión es cierta según, donde y cuando. Mira la esclerosis del marxismo en los países de socialismo real de no hace tanto tiempo. Allí era una religión y a quien se salía del dogma establecido se le purgaba. ¿Tiene connotaciones con los herejes de nuestra religión?

Por otra parte no sé si es deseable la Santísima Trinidad pero sí que lo es la existencia de Papá noel. En definitiva, sobre creencias no hay nada definitivo.

Florencio dijo...

Aragón no existía en la prehistoria o en la antigüedad... No digo que Aragón vuelva a una monarquía feudal, sino que la historia ha demostrado que existió un Aragón independiente, ¿consideras que me lo estoy inventando? Nada más y nada menos. La historia no justifica la independencia de Aragón, pero sí que muestra su posibilidad. De igual manera que la Revolución Rusa no justifica ninguna revolución actual, pero demuestra que, dadas unas circunstancias, se puede producir una rebelión proletaria.
Tú puedes creer en que un día TODOS los proletarios del mundo se unirán, pero eso es más difícil que el que un día Aragón vuelva a ser un país independiente.

Espartaco dijo...

Ya perdonará usted pero veo que no tenemos la misma concepción de una nación o un país. Para usted Aragón de 1300 es el mismo Aragón de 2010. Es más considera que Aragón (supongo que el Reino y no la corona) era un Estado en la Edad Media y no otra cosa, entiende usted que el Aragón de la Edad media era una nación y que sus habitantes así se consideraban, por ello entiende usted que Aragón fue independiente y lo compara con la actualidad. Claro que eso mismo puede pensar un ciudadano del Sobrarbe, que fue reino y por ende entendería deseable y bueno la independencia del Sobrarbe, con la misma legitimidad que usted, tan sólo debería irse unos años más atrás.
Y creo que allí radica el error. Por ejemplo los nacionalistas españoles hacen su misma lectura con diferentes apoyos históricos, los Reyes Católicos, los Visigodos, la Hispania Romana...

Aragón como concepto de la Edad Media es un Reino, pero no de los de ahora, de la Edad Media, es decir, es una propiedad patrimonial. Entonces menos que nunca sus moradores fueron independientes. Por decirlo de una manera sencilla, su Aragón independiente del pasado era una finca particular, de un dueño y por lo tanto independiente, pero sólo su dueño. Ese Aragón no debe ser modelo de nada y mucho menos su representación política (el feudalismo más oscuro de toda la Península Ibérica)

Respecto a lo que es más o menos fácil no sé, sí sé en cambio lo que sería más deseable, que es una respuesta a la globalización y no veo que con Biel de Presidente de la República Independiente de Aragón tuviésemos un mejor nivel de vida.