Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 21 de septiembre de 2010

Recomendación

El pasado mes de julio, LE MONDE DIPLOMATIQUE, publicaba una magnífica conversación entre Saramago y Ramonet.  La recomendación es su lectura, como no puede ser de otra forma.

De todas formas, dada su indudable importancia, recojo algunos fragmentos de la misma.

Ramonet:  (...)Pero todo el problema parte, en realidad, de los rasgos de la comunicación dominante actual.  En primer lugar, tiene como característica: ser muy abundante.  Por consiguiente, le trasmite a cada ciudadano la impresión de que satisface su deseo de consumir información.  En segundo lugar, se trata de una información muy elemental.  Esto gusta, el ciudadano cree entenderlo todo y que dad contento.  Por último, globalmente, la información no sólo es abundante y primaria, sino también distractiva; es decir, por ejemplo me puedo distraer viendo el telediario.(...)

Saramago: (...) está clarísimo que nos están "estupificando".  De algún modo lo estarán haciendo, con plan o sin plan...  Yo creo que nos están entontenciendo de la manera más maquiavélica que se pueda imaginar. (...) La mayoría de la gente no está informada.  Hablo de la mayoría.  Luego hay unos cuantos pequeños grupos de personas perplejas que dudan, que creen que las cosas no van bien.  Son grupúsculos, porque el resto, os sea la mayoría, está encantada de no saber nada y de saber cada vez menos de esa nada...  (...)Cuando digo que la democracia no es un punto de llegada, sino de partida, la gente me mira como si hubiera caído de la luna...

Fantástico, ¿verdad?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es ninguna idea original.

Tampoco hay ningún plan para "estupidificar" a la mayoría de la gente. Lo son de natural.

Naturalmente, siempre hay minorías que no son fácilmente estupidifcadas.

Lo que sí hay es un interés comercial de los medios de comunicación por vender estupidez como si fuera información o, peor todavía, conocimiento y cultura. Pero no es un interés conspirativo sino puramente comercial: se trata de vender un producto al mayor número de gente (estúpidos son la mayoría), del menor coste posible (basura), al mayor precio posible (basura como si fuera cultura)

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con el anterior.

Cualquier periodista sabe que es más barato y más rentable hacer mala información que buena información. En España, como en cualquier país civilizado, la prensa que más vende es la deportiva, que goza de muy buena salud económica, mientras que los periódicos de calidad están, económicamente, en las últimas.

la ceguera de la izquierda, que todavía confía en las masas como instrumento de progreso, atribuye esto a conspiraciones, a planes ocultos como hace Saramago. No hay peor ciego, habría que recordarle al autor de "Ensayo sobre la ceguera", que el que no quiere ver. Por ejemplo, nada hay más democrático que las audiencias televisivas. Y "la gente", cuando tiene la opción de elegir entre la telebasura de la cinco, por ejemplo, y la programación de la dos, pone mayoritariamente la cinco.

Y de esto no tiene la culpa "el sistema", ni "la conspiración", ni la falta de formación de este país donde la enseñanza es obligatoria y universal desde hace décadas. Es, simplemente, que "el pueblo" es así.