Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 5 de noviembre de 2010

Sí, soy radical, y en esto también

Me acusan de radical.  Lo soy, en efecto.

Dice la Wiquipedia:
"El término radical viene del latín radix (‘raíz’), por lo que significa ‘de raíz’ o ‘de base’, refiriéndose sobre todo a un punto de vista profundo, sustancial, más aún si es aplicado a alguna convicción, práctica, análisis o propuesta."

Y como yo unos cuantos.  No todos, lo confieso.  Hoy el radicalismo viene en forma de denuncia de un timo.

Resulta que la Universidad de Zaragoza ha puesto en marcha una CÁTEDRA SOBRE LA INVESTIGACIÓN DE LA HOMEOPATÍA. 

Esto ha generado un escándalo en el mundo académico hasta tal punto que han puesto a la firma un manifiesto que se llama POR UNA UNIVERSIDAD LIBRE DE PSEUDOCIENCIA Y OSCURANTISMO.

Es indudable que la ciencia está en retirada.  Los timos están a la orden del día.  Vemos, por ejemplo, a ministras con pulseritas, anuncios sobre astrología, quiromancia, cartomancia o incluso en los medios de comunicación en lugares preferentes y sus adeptos son legión.  Pero lo grave es que después de siglos de lucha vuelven los espíritus reaccionarios a ocupar lugares de los que creíamos habían desaparecido para siempre, en este caso la Universidad.

Ya en su momento pusimos en la sección de humor un video sobre la homeopatía pero hoy abordamos el asunto desde otra óptica.

Ante todo comentar que tenemos una magnífica web sobre la homeopatía.  Interesante leer su historia aunque la tienes más extensa aquí.  Lo más mágico del asunto es el tema de la disolución.  Para ello nada mejor que un artículo que se publicó en El Correo aunque también nos dan 10 razones para no creer en la homeopatía.

Afortunadamente en algunos países no se toman este asunto en serio y todo un parlamento se convierte en radical.

Tenemos la oportunidad de informarnos, de tener creencias o adoptar pensamientos científicos, críticos, y dudar, sobre todo dudar de todo pero bajo el prisma de la razón, lo contrario nos lleva a creer en gnomos, en Papá Noel, en Homeopatía o en que en el mercado se encuentra la respuesta a todos nuestros problemas.

8 comentarios:

dAv!d dijo...

¿Era necesario faltar al respeto a los de mi raza para tu alegato?
Por cierto, enhorabuena, me alegra comprobar que has aprendido a poner enlaces :D

Anónimo dijo...

No creo yo que el pensamiento crítico (mejor que la ciencia) esté en retirada. La prueba es que el asunto de la homeopatía está siendo sometido a debates públicos. También en los ámbitos científicos y académicos.

todo el mundo, hasta las personas más críticas, "cree" en algo. Hay "creencias" que uno no tiene más remedio que aceptar, porque no se puede estar continuamente dudando de todo, más todavía cuando uno no tiene conocimientos científicos para ello. Cuando uno va al médico o a la farmacia uno "cree" sin más lo que le cuentan. Incluso puede escuchar dos o más valoraciones contradictorias y, al final, tiene que "creer" en una.

Para mí lo positivo es que estos debates se puedan dar. finalmente la comunidad científica llegará a un consenso (o no, pero probablemente sí) y con eso funcionaremos.

Llevando el caso al terreno político, que es el suyo, le recuerdo que en sociedades que no son abiertas (Karl Popper) estos debates no se dan, ni en el espacio público ni muchas veces en el científico. Yo me alegro de vivir en una sociedad en la que todo el mundo tiene derecho a creer en supercherías y en la que científicos y pseudo-científicos pueden exponer sus argumentos. para mí esa libertad está en relación con otras, como la de mercado. Y esa libertad, como cualquiero otra, debe tener límites y regulaciones.

Anónimo dijo...

Se puede creer en Papa Noel o en un señor que se le parece, que, como el, se ríe mucho y que, entre risa y risa, cuenta historias espeluznantes sobre un club que dirige el mundo y al que pertenecen individuos tan poderosos y peligrosos como Juan Carlos de Borbón o Moratinos.

Espartaco dijo...

Vuelvo a insistir, reiré su gracia aún sin ganas: ja, ja, ja.

Víctor C. dijo...

La gente suele tener sus supersticiones. En el mundo occidental y por lo tanto, aquí en España la más grande de las supersticiones en cuanto a número de supersticiosos es la Iglesia Católica. Yo respeto que la gente tenga supersticiones, pero no respeto ni es tolerable que se traten de imponer esas supersticiones y menos financiarlas con dinero público. En España aún se financia una gran superstición con dinero del contribuyente, lo que supone que estamos engañados cuando se nos vende aquello de Estado Aconfesional.

YO, desde luego, NO LE ESPERO!

Anónimo dijo...

El gobierno acaba de concederle a Labordeta la medalla "al mérito turístico".

Me parece una genial ironía. Han reducido el significado intelectual y artístico de esta persona (que no voy a juzgar porque creo que no se debe juzgar a una persona que no puede defenderse) a haber sido un buen reclamo turístico. De Aragón, supongo.

A ver si el año que viene se lo dan a la Virgen del Pilar. Pero con la Iglesia no se atreverán. En resumen: fino, inteligente, genial, el insulto.

Los de la Chunta no sé si se habrán enterado. Creo que no les llega el "cacumen" para captar tan fina ironía.

Anónimo dijo...

Pues yo con este blog y con las caricaturas de revolucionario me río con muchas ganas,

Espartaco dijo...

Pues sepa usted que la risoterapia forma parte de todo este tipo de nuevas ciencias que deben estar sujetas a un debate abierto en una sociedad abierta.

Es posible que a los que tienen la mente abierta en una sociedad abierta a este tipo de ciencias abiertas les sienten bien unas carcajadas de vez en cuando, pero con la boca bien abierta.