Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 28 de abril de 2011

Madrid-Barça

Lo reconozco, ayer no vi el partido del siglo (el tercero en los últimos 15 días si no llevo mal la cuenta) pero he de confesar que no entiendo el mundo en el que vivo, al menos no entiendo el consumo de masas que se nos ofrece por parte de los medios de comunicación.

Llevamos, día sí y día también, semanas con este asunto de los partidos de fútbol hasta el punto que es capaz de centrar el debate público nacional obligando a incorporarnos al mismos tirios y troyanos.

Siempre me ha sorprendido la necesidad que tiene el ser humano de encasillarse de una manera u otra dentro de un grupo de autoafirmación o de identificación y claro, tal y como está sociológicamente el país es normal que esa búsqueda de pertenencia grupal derive en una militancia ciega en los colores de un equipo de fútbol.

No es nuevo, ya en la época del Bajo Imperio las carreras de cuádrigas en la capital oriental levantaba pasiones a tal punto que provocaba revueltas y motines (hay que aclarar que los cuatro equipos dominantes respondían a formas políticas y hasta el Emperador tenía sus propios colores)

Antes de la guerra la división social no estribaba tanto en temas futbolísticos como en otros relacionados con la Fiesta Nacional y las discusiones en bares y tabernas las motivaban toreros de primera, matadores que se decía.

Es más, en los USA en los años del blanco y negro era el béisbol lo que levantaba pasiones al punto de provocar enfrentamientos entre seguidores de unos y otros equipos con resultado ocasional de muerte.  Claro los yankis, muy suyos, decidieron dividir a la afición con nuevos deportes, el fútbol americano, el baloncesto... y así reconducir esas tensiones sociales a grupos más controlables desde el poder.

¿Es por lo tanto algo atávico la necesidad de pertenencia grupal?  ¿Por qué un niño de 6 años ya ha tomado partido a favor del Madrid o del Barça?    ¿Tiene lógica esa fe ciega en los colores de su club?

Su racionalización es imposible pero es muy triste ver como se alimenta este hecho, día tras día y desde todos los ámbitos del poder,  ya que tan sólo tenemos que ver hoy las portadas de la "prensa seria"

¿Y ustedes, de quien son, del Madrid o del Barça?  ¿Del PP o del PSOE?

3 comentarios:

Víctor C. dijo...

Admitamos que este tema es de suma importancia para los ciudadanos, por eso estos días atrás un anónimo comentaba que los ciudadanos tienen temas más urgentes de los que preocuparse respecto a estar preocupándose por construir una verdadera democracia (cuando hablábamos de la república). Para los ciudadanos el fútbol es mucho más importante que el modelo de Estado de su país, da igual que no sea una verdadera democracia, a los ciudadanos les preocupa más si gana o pierde el madrid. Admitamos que es un tema que preocupa, es de suma importancia.

HombreRevenido dijo...

Lo de ayer fue bochornoso.
El fútbol profesional no se parece en nada al deporte del que yo me enamoré de pequeño.

Por mí que se pudran. Me asquean las trifulcas, los batallones mediáticos, las patadas, las simulaciones, la UEFA, Adidas y Nike.

Yo, por mi parte, pierdo una pasión pero gano tiempo libre para las demás.

PepitoGrillo dijo...

Pues anda que yo... en ambos casos ni del uno ni del otro, me gusta la diversidad y deportes hay muchos para practicar y espectáculos muchísimos y con mucha más enjundia, y pasiones las justas y por cosas que verdaderamente merezcan la pena.