Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 23 de marzo de 2012

A la huelga

Sí, nos convocan a una huelga y nada menos que una huelga general.  Una huelga que tras la pertinente guerra de cifras será un fracaso, quizá el mayor de todos los de este estilo que se han vivido en la democracia.  La huelga ya no es un instrumento válido para los trabajadores, al menos en su forma tradicional.  Vivimos una época extraña, una época en que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer  (permítanme hoy escoger esta frase de Gramsci), una época en la que la clase obrera ha desaparecido por desconocimiento de sí misma, una clase obrera que ha perdido el partido por incomparecencia.

Ah, ¿pero existe la clase obrera?  Es obvio que no, que no existe en cuanto que no se reconoce de forma colectiva y que no actúa como tal.  ¿Qué hay trabajadores?  Naturalmente.  ¿Qué la gran mayoría de españoles son asalariados, que dependen de un empresario?  Quien lo duda.  Es más, incluso los trabajadores de la administración, esa rama especial de obreros, son una parte menor dentro del total.

Sin embargo no existen, no son porque no tienen conciencia ni de serlo ni además quieren serlo.

Esas dos evidencias, la huelga es un instrumento viejo así como que los destinatarios de la misma, los trabajadores, no quieren ser trabajadores hace prever que el próximo jueves será un fracaso.

Sí, en la administración el número de huelguistas será un poco mayor, pero poco, y el resto... nada.  En algunas grandes factorías y poco más.

La clase obrera está desparecida, escondida, dormida y eso hace que el triunfo de la derecha sea más que evidente en todos los campos de juego.  Pero cuidado, la clase obrera, esa que no existe porque no sabe que existe, son un conjunto de seres humanos que hasta la fecha se conformaban con las migajas que los sindicatos habían ido arrancando poco a poco.  Son esas personas que tienen un aguante, un temple que supera con mucho a las clases medias.  Son unos individuos que duermen, sí, y mucho, pero que cuando los despiertan de malas maneras se sobresaltan y pueden llegar a ser violentos.

El Estado del Bienestar se recorta, los niveles de paro aumentan y las grandes fortunas tienen en plena crisis cada vez más beneficios.  Y claro, cuando se lleva mucho tiempo en paro, cuando no hay dinero para dar de comer a los niños y se recurre a la beneficencia (menuda humillación), cuando el nivel de vida prometido sufre un bajón de campeonato y sin perspectivas de recuperarse, cuando, en definitiva, a uno le estalla la conciencia las respuestas suelen ser rabiosas.

La derecha, el sistema, el PPSOE lo sabe pero confía en poder sujetar esa violencia contenida mediante la televisión y el fútbol aunque si eso no sirve siempre tienen un plan b: las explosiones de rabia (el 15 M fue una de esas), sin ideología, sin un proyecto de futuro, sin un camino a trazar, se convierten en un motín, en una algarada, en algo sin mayor trascendencia, en definitiva, en un problema de orden público fácilmente criminalizable.  ¿Ejemplos?  Coja ustedes un colegio en invierno, déjenles sin calefacción y cuando la protesta llegue a la calle... ya está el debate es sobre la violencia.

Habrá que hacer huelga.  Habrá que hacer huelga porque es una respuesta del interior del sistema para solicitar que las cadenas no estén muy apretadas, para intentar negociar un mínimo que prevenga males mayores.

El gran problema que tiene la derecha a medio plazo es que poco a poco está dejando sin recursos de protesta a los trabajadores, está agotando a sus interlocutores amarillos, los ha desacreditado y ello puede provocar que cuando el sentimiento de humillación de millones de personas sea tan grande que no aguanten más la respuesta sea violenta por ambas partes.  Ellos confían en la solución policial y la fuerza de los medios de formación de masas (los medios de comunicación) pero...  ¿y si esa semilla que creían muerta, la semilla del cambio, del "otro mundo es posible" germina?  Entonces habrá problemas, pero de otro tipo.  Ya sabemos como responde el poder a lo largo de la historia.

3 comentarios:

METAL dijo...

El problema reside en la perdida de la consciencia sobre la naturaleza de lo que somos, clase trabajadora, nos guste o no. Y al final nos van a encaminar a recuperar la lucha de clases por pura asfixia, porque históricamente el capital ha demostrado que su avaricia no tiene límites, se los ponemos nosotros.

Nadie dijo que iba a ser fácil o pacífico.

Espartaco dijo...

Ten cuidado con ese discurso, es un discurso marxista y eso dentro de poco tiempo estará perseguido (durante años ha estado mal visto)

PepitoGrillo dijo...

Me alegra poder leerte por aquí.
...por mi parte ya se sabe los grillos despiertan con el calorcillo de la primavera...