Cerrar el aeropuerto

Hoy nos brinda una noticia Radio Huesca que por su brevedad la reproducimos íntegra:

El subsecretario de fomento, Mario Garcés, durante su visita a la comunidad autónoma aragonesa ha anunciado el cierre de varios aeropuertos no rentables en España. Garcés no se ha referido a ninguna instalación en concreto pero ha dejado claro que es insostenible tener 49 aeropuertos abiertos al tráfico cuando alguno de ellos, como el de Huesca o el Castellón, no registran ni un solo pasajero.

El anuncio realizado por el subsecretario llega semanas después de que Fomento y el GA decidiera crear una sociedad pública para la promoción de los aeropuertos en Aragón, intentando impulsar como entre otros el Huesca-Pirineos

Parece que el sentido común, a fuerza de recortes, va llegando a nuestros políticos (no a todos ya que algunos ya han pedido el cierre del Aeropuerto) pero mucho nos tememos un ataque de chauvinismo en defensa de los valores patrios y de otras memeces similares tales como que "Huesca se lo merece" o "no vamos a ser menos que..."

Las tonterías se pagan, y mucho, y el aeropuerto de Monflorite-Lascasas es una tontería que no sólo costó mucho dinero sino que su mantenimiento actual es de 4 millones de euros al año.  Huesca está llena de tonterías de este estilo, por ejemplo tener un servicio de AVE mientras no tenemos un ferrocarril convencional de calidad.  También tenemos un lujoso palacio de Congresos, un Museo de Arte Contemporáneo (ahora sin dinero) en medio de la nada (perdón, del campo), o un Palacio de los Deportes que es la envidia de los principales derrochadores de fortunas.

¿Es Huesca una excepción?  No, en todo caso es la punta de lanza, un buen reflejo de una política de escaparate que se ha realizado en los pasados años en España bajo el mito de la modernidad mientras se acusaba a quienes planteaban que este modelo era insostenible de cavernícolas trasnochados o incluso de algo peor: ¡comunistas!

Los cambios de mentalidad son los más lentos en producirse, es cierto, pero a veces se producen en cascada debido a las necesidades imperiosas (del bolsillo) y puede ser que en breve veamos cosas impensables unos meses atrás como por ejemplo que la mayor parte de la población vea una abominación un aeropuerto en Huesca.