La mentira de los parados al descubierto

Una especie muy extendida incluso entre gentes de buena fe, de izquierdas y sobre todo entre trabajadores es un mito propiciado por la derecha que ha calado hasta los huesos: las prestaciones por desempleo (cobrar el paro) incita a la vagancia, casi casi hasta el pillaje de las arcas públicas por parte de unos desalmados que en vez de trabajar prefieren seguir cobrando el paro.

Esa tesis, defendida por tirios y troyanos, fue la base angular de la última reforma laboral de la derecha política, mediática y económica de este país (y del resto).  Si hay recorte en el tiempo y en las prestaciones se animará a estos jetas a conseguir un puesto de trabajo y no vivirán de la teta del Estado (como si la cotización que han realizado para el seguro de desempleo mientras trabajaban no existiese)

Hoy millones de parados en España no cobran prestación.  ¿Eso significa que encuentran trabajo?  No creemos que se pueda decir que no lo busquen con ahínco, e incluso que no sean capaces de aceptar cualquier trabajo de mierda por un sueldo miserable.  No, no creemos que nadie se atreva a defender que aquél que no puede llevar comida a sus hijos y sobrevive del auxilio de Cáritas u otras ONG's sigue siendo un maleante que no quiere trabajar.

La tesis del parado vago se hunde ante la evidencia de la realidad numérica.  Ayer volvió a subir el paro en agosto.  La reforma laboral no era la solución (eso ya lo sabíamos) pero ha conseguido sus objetivos: ¿crear empleo?, no, joder a los trabajadores.