Sí, ese debate, el grande, el único, el del Estado de la Nación. Más o menos fue así:
y poco más podemos contar. Uno que vive en los mundos de Yupi y otro que tiene más por lo que callar que por lo que decir. Mientras tanto la España real, la de los españoles, lleva otro ritmo: cuesta abajo.
Eso sí, cuando llegue el momento deberemos estar muy atentos a las promesas electorales, tanto de Don Pepito como de Don José, ya que ambos nos ofrecerán algo parecido a esto:
En realidad dirán otras cosas pero ya sabemos que el programa electoral sirve para limpiarse el culo.
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