Este chiste resume bastante bien lo que sabemos en Europa de Bulgaria. Nada. En ocasiones ni tan siquiera que existe.
Hoy es noticia porque su gobierno ha dimitido en bloque como consecuencia de las protestas sociales a causa de la subida de la factura eléctrica.
Bulgaria no es famosa por casi nada, si acaso por la pista búlgara cuando el atentado a Juan Pablo II. Desde luego no lo es por su tradición democrática.
Sin embargo sus gobernantes dimiten. Caramba. No sólo lo hacen ya los británicos o los alemanes, también los búlgaros.
Hoy en España Rajoy subirá al estrado del Congreso de los Diputados a decir que no dimite, ni él, ni la Mato, ni el conserje de la calle Génova.
Quizá Rajoy debiera aprender algo de búlgaro, ¿no les parece?
Comparen el fragmento de esta noticia con lo que pasa en España cuando hay movilizaciones. Lo mismo, vamos:
El primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, ha anunciado la dimisión en bloque de todo su Gobierno tras las protestas a nivel nacional contra los planes de austeridad y la subida de los precios de la luz.
"No voy a participar en un gobierno en el cual la policía golpea a la gente", dijo Borisov en el Parlamento. Este martes, las protestas se saldaron con 25 detenidos y 10 heridos.
"Tenemos dignidad y honor. Son las personas que nos dieron el poder a las que se lo devolvemos hoy", dijo Borisov, tras confirmar que él no participará de un gobierno interino antes de elecciones legislativas, previstas para el mes de julio.
"A partir de hoy el Gobierno no tiene nada que hacer. Cada gotita de sangre para nosotros es una mancha. No puedo ver un Parlamento rodeado por tapias", dijo Borisov en el Parlamento, en alusión a los heridos en las manifestaciones celebradas en varias ciudades del país en las dos últimas noches.
Al menos cinco personas resultaron heridas anoche en Sofía en enfrentamientos entre la policía y unas 3.000 personas que intentaron llegar hasta el Parlamento.
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