Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 12 de abril de 2013

III República

Sí, otra vez llega el aniversario más recordado por los republicanos españoles.  Vemos como estos días hay una gran profusión de eventos conmemorativos de lo que fue la II República española y casi todos ellos relacionados con la Guerra Civil.  Craso error por parte de los convocantes ya que el periodo histórico no debería ser II República y Guerra Civil sino por un lado II República y por el otro Guerra Civil y Franquismo.  Pero más allá de esta cuestión de carácter histórico, desde el blog vemos que hace falta, en el movimiento republicano español, una profunda reflexión sobre el concepto república y el futuro ya que el republicanismo español se caracteriza por una mirada introspectiva al pasado (habitualmente poco critica) y una ausencia de debate sobre nuestro devenir, más allá de las consabidas críticas a la monarquía.

¿Hay motivos para trabajar en pos de una república en España?
Algunos piensan que sí:



pero, tal y como dicen esos monárquicos vergonzantes, esos republicanos juancarlistas (y mañana felipistas) ¿para qué?  ¿para elegir a Aznar de Presidente?  ¿Esa es la república que queremos?



Es indudable que el debate republicano español debe ir más allá del modelo de Estado, y debe serlo por el propio significado histórico y político que tiene entre la población española.  Decir República en España es decir izquierda, es decir cambio, es decir anticapitalismo y para algunos es decir revolución.

Ese es el sentido profundo de un símbolo político que todavía guarda sus esencias en la cultura popular y no debería desvirtuarse.  Hoy vemos como muchos partidarios del régimen comienzan a abrazar la idea republicana para que nada cambie, pero eso no es lo grave, lo peor es que ante la falta de reflexión entre los republicanos sobre la Idea Repúbica la oferta política queda restringida tan sólo a un cambio en el sistema de elección del Jefe del Estado.

¿Esa debe ser la Tercera República?  Una República con Felipes González en sus poltronas criticando los escarches y José Marías Aznares imponiendo sus políticas desde los despachos del poder mediático?

Es obvio que para ese viaje no hacen falta alforjas.  Para eso nos quedamos con los borbones que al menos tienen más caché.

El movimiento republicano español debe ser anticapitalista y revolucionario o no ser.  Hoy hay razones, cada día más, para un cambio profundo en la sociedad española que debe llevar, consecuentemente, a la instauración de la Tercera República, pero el modelo del Estado debe ser consecuencia de un importante giro social y nunca un objetivo a conseguir en sí mismo.

Hay motivos:

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