Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 18 de junio de 2013

2, 14, 13, 4 y 4

DOS. Es el número de dígitos del DNI de los miembros de la familia real española.  Usted tiene 8 dígitos y es probable que en alguna ocasión algún funcionario, e incluso usted mismo, haya podido transcribir mal el número del DNI.  Es más difícil el error si tan sólo tiene que recordar dos cifras.  El número uno no es el del Monarca, como podría usted deducir erróneamente, ya que esta tradición de la familia real la inició el mismísimo Francisco Franco.

CATORCE.  Es el número del DNI de la Infanta Cristina.  No es difícil de recordar ni de transcribir.

TRECE.  Es el número de fincas que la Agencia Tributaria le atribuye a la Infanta Cristina de las que se desprendió entre los años 2005 y 2006  por más de 1.400.000 euros y de las que tiene constancia por el registro de la propiedad aunque no las declaró en su declaración de la renta sin que fuese investigada por ello (como a cualquier español medio, vamos)

CUATRO.  Es el número de Registros de la propiedad donde se inscribieron las escrituras públicas de compraventa de las mencionadas fincas, datos que se trasladaron a hacienda y que son los que hemos conocido.  Concretamente los de Alicante, Almagro (Ciudad Real), Arenys de Mar (Barcelona y Pilar de la Horadada (Alicante) Estos registradores se supone que transcribieron las escrituras de forma literal

CUATRO.  Es también el número de notarios que redactaron las escrituras públicas.  La misión del notario es dar fe de quien realiza la transacción y para ello solicita el DNI.  Es quien puede equivocarse en la transcripción de un DNI tan extraño.  Bueno, en realidad son cuatro notarios los que cometerán un error tan infrecuente y en fechas distintas.

Como pueden ver, los número reales también tienen algo de misterio, de magia.

2 comentarios:

Víctor C. dijo...

Muy ingenioso artículo.

Realmente es un cachondeo lo que está sucediendo con el caso de la infanta.

En este caso si hacienda verdaderamente se equivocó, el error se debió producir al confundir el DNI de la infanta con otro DNI de dos dígitos, o sea, con un DNI de algún miembro de la familia real. Además,

Me pregunto si se creen que los "españolitos de a pie" somos gilipollas.

HombreRevenido dijo...

Es alucinante. Cuando uno creía que ya habíamos alcanzado las más altas cotas de la desvergüenza, ¡zas!, bofetada de realidad.

Es de risa.
O de guillotina, más bien.