Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 26 de septiembre de 2013

A la calle, a la calle!!!

Sí, pero no en franca rebeldía como arengaba Luis Felipe a la ciudadanía en días pasados para luchar contra la peatonalización.  Tampoco para celebrar que la calle vuelve a ser un espacio reconquistado por las personas a las máquinas.  No.  Eso es el comentario cotidiano de todas las tertulias y cafés desde hace días y sobre eso el blog tiene hace tiempo una consolidada opinión.  A la calle, sí, pero en Fiestas.

Nos informa hoy Heraldo de Aragón que el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Hosteleros han firmado un acuerdo que permitirá sacar las barras a la calle.  Miren ustedes, como en Teruel, modelo de fiestas muy popular y participativo (claro que para eso hace falta que no pasen coches)

Una propuesta que se debería estudiar con calma por parte de la responsable de Fiestas del Ayuntamiento por muchos motivos.  En primer lugar porque ya en San Lorenzo las calles del centro están atestadas de terrazas y ese modelo resulta rentable, porque los bares destinados a la gente más joven pueden ofertar el mismo modelo adaptado a una clientela con gustos distintos, porque, con un acuerdo entre las partes, podría sumar la fiesta en la calle a esa corriente que tanto debate generó hace tan apenas un mes: el botellón.

Ya se sabe que si no  puedes con el enemigo debes unirte a él.  Bajo esa máxima podría ser interesante la creación de un botellón con la participación de los hosteleros, en zonas pactadas y con precios más que razonables.

Bueno, es una idea, quizá extemporánea, quizá artificiosa, quizá irresponsable, pero es una idea.  No estaría de más que desde el Consistorio se volviese la cabeza al modelo festivo turolense y se examinase cómo resultan este año las fiestas del Pilar en Zaragoza.

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