Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El Tribunal de Cuentas, el Palacio de Congresos e Internet

Hoy Heraldo amanece con la noticia de posibles delitos en la obra del Palacio de Congresos (no podemos ofrecer enlace por ser edición Premium), pero sí podemos dejar enlace de ésta otra de ABC que habla, ya no de irregularidades sino de posible delito y deja en manos del fiscal el asunto para que profundice.  Algunos ya apuntaban maneras, incluso en este mismo blog.

Claro, era de sentido común saber que algo así iba a pasar.  No es lógico que una obra pública tenga un incremento de un 41% y no pase nada.

Lamentable es este asunto pero todavía es peor el papelón que hicieron los concejales de la época que parece que se la cogían con papel de fumar, concejales que más allá de unas pocas bravatas en los medios locales no pensaron en acudir al amparo de la justicia cuando llegó el momento.  Con lo impertinentes que se ponen en otras ocasiones por temas de menor importancia y lo modestos que fueron en este asunto.

Delito, nada menos que delito.  Casi nada para un pueblo como el nuestro.  Claro que estamos hablando de dinero público, de dinero que es de todos.

Pero lo más chocante de todo es ver como el discurso político suena absolutamente alejado de la realidad y como, con el paso del tiempo, todo el mundo queda en su lugar.  Lean esta entrada de un blog que firmaba Fernando Elboj el 1 de abril de 2009.  Nosotros les adelantamos un fragmento, pero para que nadie acuse de manipulación les recomendamos su lectura íntegra y así no se puede decir que la frase está sacada de contexto:

Consideramos muy importante que el Tribunal de Cuentas nos diga qué irregularidades ha habido, si es que a habido alguna, o si es impecable el procedimiento desde un punto de vista técnico. 

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