Yo sobreviví

¿Recuerdan la profecía Maya?  ¿Aquella que decía que el fin del mundo estaba al caer?  Sí, hagan memoria que hicieron hasta una peli y todo, que no hace tanto tiempo.  Eso es, esa que decía que el calendario Maya pronosticaba el fin de mundo el 12 del 12 del 2012.  Pues bien, como la estupidez humana no tiene límite siempre hay gente medianamente achispada que consigue hacer negocio a su costa.  Un claro ejemplo es todo el merchandising que se generó con este asunto:


Los apologetas del fin del mundo y de todo tipo de catástrofes erraron el tiro y hoy se recuerda incluso con cierta nostalgia.  (Nota, el artífice de esta idea fue, como no, un ciudadano de los USA tras el terremoto de San Francisco quien a las pocas horas ya había puesto a la venta camisetas con la frase dichosa)

Queremos desde el blog realizar nuestra aportación a la menguada economía oscense para que algún industrial con ánimos de emprender fabrique una camiseta del mismo corte con una frase que diga algo así como: YO SOBREVIVÍ A LA PEATONALIZACIÓN.

Y es que ayer fue el primer día de hacienda con algunas calles del centro  de circulación restringida y con otras sin tráfico rodado.  Sin embargo, para desgracia de los agoreros, no pasó nada.  Sí, increíble, no hubo revueltas, no se generó un atasco monumental que paralizó la vida ciudadana, ni tan siquiera hubo un cierre masivo de comercios en el nuevo Coso peatonal.  Nada de nada.

Y eso que estábamos avisados por parte de ese colectivo que se hace llamar Los Amos de Huesca, pero ni por esas.

Con el paso del tiempo habrá quien recuerde estos días con cariño y esbozando una sonrisa aunque también los habrá que, erre que erre, continuarán empeñados en difundir la catástrofe pronta que se avecina.  ¿Motivos?  Si les apetece y tienen tiempo pueden acudir a esta charla que parece muy aleccionadora cuyo título es más que significativo: "Cuando falla la profecía: por qué demostrar que algo no es real no sirve de nada."

Mientras tanto, y para hacer tiempo, les dejamos con estas impactantes imágenes de unos contumaces peatones y las reacciones de los conductores.