Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 17 de octubre de 2013

El final de la crisis

Vale, el otro día poníamos un chiste del inefable Montoro y así debe ser entendido (o eso o que hablaba de los sobre-sueldos).  Sin embargo los dueños del país no han terminado de comprender el fino sentido del humor de nuestro destacado prócer y han tomado en serio sus declaraciones en sede parlamentaria.  Dos representantes destacados de la alianza política-económica de nuestro amado régimen han continuado la senda iniciada por el Ministro con declaraciones que dan que pensar. Tanto Botín, siempre ocurrente, como SAR El Príncipe de Asturias, más regio, abundan en la burda linea de propaganda sobre el fin de la crisis y las bondades de las políticas de austeridad y recortes hacia las clases trabajadoras.

Mientras tanto, los pobres y parados españoles, en un acto de indignidad por su parte y sin mostrar la más mínima solidaridad con los nuevos ricos que prosperan a lo largo y ancho de nuestra piel de toro, sin importar su origen, (aquí no hay diferencias entre catalanes, vascos, madrileños, andaluces o riojanos), se empeñan en desvirtuar esta encomiable trayectoria con estadísticas frías y contumaces que tratan de contradecir a esas regias y nobles cabezas pensantes.  En Aragón ya son 9.300 los hogares sin ingresos mientras que en Huesca el número de oscenses que acuden al comedor de transeúntes aumenta sin parar y las familias que sobreviven de la caridad son un 10% de la población,  por poner tan sólo varios ejemplos entre muchos.

¿Acaso mienten descaradamente las estadísticas?  ¿Cómo se explica esta contradicción?  Mientras los números dicen que la brecha entre ricos y pobres se dispara siendo España el país con mayor desigualdad de la eurozona, igualmente sirven para explicar que el que es pobre es porque quiere, reformulando la vieja tesis del PSOE (Solchaga) que decía que España es el país más fácil para enriquecerse, o que, sencillamente, las cifras son falsas porque los parados son unos estafadores.

Asistimos a una verdadera contraofensiva de la derecha económica en el campo que mejor se desenvuelven: la ideología.  A través de grandes titulares y usando a esos mercenarios bien pagados que se autodenominan periodistas y pululan por todas las tertulias, tanto radiofónicas como televisivas; usando la enorme pluralidad de medios de comunicación que sirven de sostén al Régimen, van a tratar de convencernos que la economía va a mejor y que no debemos preocuparnos ni, sobre todo, politizar el descontento social, que una cosa es una cosa y otra,  que todos esos trabajadores en paro, en precario, que ahora entran y luego salen del "mercado laboral", todas esas familias que no llegan a fin de mes y que han visto recortadas todas las prestaciones (becas, ayudas, gastos sanitarios, etc.), hiciesen una algarada.

Tienen que comportarse como buenos y ejemplares ciudadanos y acudir en la próxima convocatoria electoral para elegir entre los artífices de semejante éxito económico, es decir, al PPSOE. (Si pinchan el enlace podrán degustar un poco de esas tesis, incluso podrán oirlo de boca del mismismo Maruhenda)  Sobre todo no se les ocurra hacer otra cosa.  Bueno sí, si siguen muy enfadados, cosa comprensible, quédense en casa, no vayan a votar o voten blanco o nulo.  Pero sobre todo no voten a la izquierda no sea que...

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