Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 5 de noviembre de 2013

Cuestión de honor

Algo le está fallando a Luis Felipe.  No sabemos si es su propio análisis, el de sus asesores o que ha vuelto a diseñar su estrategia Fernando Elboj, pero lo de hoy es un error de bulto.

Cuando la Justicia ya ha hablado, cuando el tema estaba cayendo en el olvido, cuando el intercepto, un tal Jacobo, estaba pasando a un segundo plano de la actualidad, cuando la opinión pública ha mutado su opinión en favorable hacia el antiguo Jefe de Bomberos (después de todo lo que se llegó a decir y escribir sobre él), tiene(n) la ocurrencia de volver a poner en primera plana el desgraciado asunto de Jacobo Morlán.  Y nada menos que con una denuncia por una cuestión de honor.

Es probable que sea una estrategia de defensa en los tribunales ante la amenaza soterrada de Morlán de pedir daños, seguramente sea la explicación más lógica, un buen ataque es la mejor defensa, pero desde el punto de vista político es un error de bulto que afecta a un político ya jubilado, a otro en vías de serlo por la fuerza de los hechos y sobre todo a una formación política, a unas siglas se se ven arrastradas nuevamente al fango de los dimes y diretes y a un suceso del pasado para nada glorioso.

Debería el PSOE tomar cartas en el asunto y diferenciar entre los afectados y sus siglas ya que esta (con)fusión conduce a una identificación de cualquier proyecto renovador del PSOE con el pasado más oscuro de su paso por el Ayuntamiento.

Cierto que el mantenimiento de ciertas caras como referencia no posibilita mucho las operaciones de maquillaje que puedan intentar hacer a nivel nacional (los renovadores de la Conferencia actual son los históricos de siempre, en eso son como Rosa Díez) pero al menos deberían tener la delicadeza de no ser ellos quienes destapen sus vergüenzas.  Bastante hay con que el Tribunal de Cuentas se acuerde de su gestión para que encima sean ellos quienes agiten esas banderas en las Cuatro Esquinas peatonales.

Sí, un error de bulto que denota la ausencia de proyecto colectivo en el PSOE o de un debate mínimamente crítico en el seno de la Agrupación Socialista.

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