Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 29 de noviembre de 2013

Tonta tonta, mierda mierda

Ana Botella es tonta porque, según la definción "clásica", dice tonterias (aunque no las haga).  Oírla hablar es padecer.  Una inteligencia media no puede escucharla sin sentir un sobresalto en la más íntimo de su ser y sufrir eso que llaman verguenza ajena.  Ana Botella es el más claro ejemplo del modelo de mujer católica defindida por la jerarquía episcopal española, sumisa y sin criterio propio, a la sombra de su marido, nula y sin luz propia.  Es el mejor exponente de eso que la derecha carvernícola del PP entiende por feminismo e igualdad.  Es esa derecha rancia, casposa y de mantilla que asusta a los niños la noche de Halloween sin necesidad de disfraz, tan sólo con enseñar su verdadero rostro.

Hay otra derecha en el PP, igualmente casposa y rancia, aunque con mejor capacidad comunicativa representada por Esperanza Aguirre, la mejor voz de los privilegiados, de las elites, de la aristocracia de cuna y financiera, que también en sus inicios sufrió la mofa y burla en los medios de comunicación que la seguían a todas partes para oír sus tonterías.  Tenía ese punto campechano (como otros más regios) que tanto gusta al pueblo español.  Hoy, Esperanza Aguirre sigue diciendo tonterías, pero ya no hacen tanta gracia porque sus tonterías no tienen gracia y además las dice mucho más seria.  La última la de crear un frente constitucionalista contra los nacionalistas.

Claro, este tipo de tonterías calan entre una población ignorante que confunde el culo con las témporas y unos nacionalistas (en este caso los españolistas) provocan un debate con otros nacionalitas (los periféricos) para mayor gloria de sus réditos electorales sin que ese debate pueda traer un cambio en las políticas de fondo.

El PP tiene  tontas al frente, tontas simpáticas, tontas tontas, tontas populistas y tontas que no son tontas, pero hasta la fecha  todas ellas tienen el mismo fondo, tontas que hacen tontear y que al final nos joden bien, pero que muy bien.  Al final todas enseñan la patita y todas estas tontas están marcadas a fuego por el ideario reaccionario que se esconde tras la gaviota.

¿Todas?  En apariencia hay en provincias mujeres del PP que no responden a ese mismo esquema, mujeres que son una derecha moderna, europea, sin caspa, que renuncian al pasado miserable de la derecha española y se sienten herederas de esa democracia cristiana de la transición.  Al menos así lo parece la alcaldesa oscense, mujer de derechas, quien lo duda, pero que aparenta otra cosa muy distinta de las procesiones y las mantillas.  Ya veremos lo que depara el futuro.  Ya veremos como evoluciona el reparto del poder dentro del PP y lo que el destino les depara, si siguen por la senda elegida o tan sólo es una fachada y realmente tienen otro rostro más terrible.

3 comentarios:

Víctor C. dijo...

Ten cuidado, Espartaco, que algún colectivo feminista se podría echar contra ti por este artículo, ya que sólo hablas de incompetentes femeninas en el Pp, cuando hay también sobrados casos de incompetentes masculinos dentro de ese mismo partido.

Pero sí, lo de Ana Botella es paradigmático, sin lugar a dudas.

PepitoGrillo dijo...

No en vano Ana Alós estudio en el instituto Público Ramón y Cajal, y eso deja huella y se nota...

PepitoGrillo dijo...

Justificación: Bueno es que el estudió de Ana Alós no fue muy acentuado... jijiji (como corresponde con la i)