Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 3 de diciembre de 2013

¿Democracia? A quien defiende el Régimen

A pocos días del aniversario de la Constitución, el Régimen vuelve a dejar ver, una vez más, otra de sus siniestras sombras descubriendo quien detenta el verdadero poder en España.

Los demócratas de boquilla, esos que son, o bien demócratas de toda la vida o bien sus descendientes más directos, apoyados por esos otros que se han acomodado al modelo monárquico cambiando la chaqueta de pana por sillones en los puestos de dirección de las grandes empresas, tienen problemas para ocultar las chapuzas y latrocinios que nos están haciendo a todos los ciudadanos de este país.  Y la cosa va de dineros, como no podía ser de otra manera.

Resulta que a la innumerable secuencia de escándalos de todo tipo que, día sí, y día también, ya nos hemos acostumbrando, asoma un asunto que explica perfectamente como funciona un Régimen cada día más trufado de corrupción por los cuatro costados y que alcanza ya a todas las esferas del Estado.

Hay quien creía que al menos había tres instituciones que tenían cierta credibilidad: la Guardia Civil, la Justicia y la Agencia Tributaria.

Sobre la Justicia cada día que pasa va siendo más y más evidente que no está a la altura de las expectativas. Casos como la mediocre condena a Fabra tras un tortuoso proceso de más de 10 años ante lo evidente, asuntos como el Gurtell y lo inexplicable de según qué decisiones, el caso Noos y el papelón del Ministerio Fiscal como defensor de la Infanta, comparado con  las condenas a los dirigentes del SAT o a otro tipo de protestas o delitos menores (como el asunto del tartazo a Yolanda Barcina) explica la total identificación del sistema judicial con el Régimen, y lo poco que podemos esperar de él, más allá de notables ejemplos éticos y sinceros de jueces y juzgados de primera instancia.

Quedaba una esperanza en la actuación de la Agencia Tributaria (eso es sagrado, con las perras no se juega) que no tiene un acceso a su Cuerpo mediante la cooptación al estilo judicial.  Sin embargo un par de noticias de estos días es suficiente para comenzar a dudar sobre su imparcialidad.  La primera la expresamos en forma de titular:

Foto: El Campechano nos dijo que la Justicia es igual para todos. Se le olvidó añadir que Hacienda, también.

la segunda en forma de enlace con El País que se resume en una multinacional CEMEX.

Casi nada, de 450 millones de euros a tan sólo 15.  Por calibrar la cifra pongamos tan sólo un ejemplo: los recortes en educación suman 3.000 millones. Es decir, que tan sólo con  lo que debería pagar una sola empresa de la que pocos han oído hablar se obtendrían ingresos para evitar una sexta parte del recorte educativo.  Con cinco empresas más a las que se investigue en serio se obtienen ingresos suficientes para que no hubiera recortes educativos.  Con tan sólo 6 empresas.

Claro que ustedes pueden pensar que no es así, que lo de CEMEX es una excepción.  Miren, los datos de GESTHA, son muy claros, si se persiguiese el fraude fiscal no harían falta recortes, en nada.  ¿Y quién defrauda?

Foto: Lo cachondo es que los datos son del propio Ministerio de Hacienda.

Parece claro.  Y eso sin sumar que el  PPSOE  ha bajado, bajado y vuelto a bajar la tasa impositiva a las grandes empresas y  grandes fortunas para concentrarla en la población trabajadora, sí, eso que llaman clases medias.

¿Qué nos queda?  La Guardia Civil, tan sólo eso.

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