Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 17 de enero de 2014

¿Gamonal en Huesca?

Una actuación municipal de reurbanización de una calle, millones de euros en obras concedidas a una empresa que hace todas las obras de la ciudad, fuerte oposición vecinal de los habitantes de ese entorno, falta de dinero para el mantenimiento de servicios sociales, por ejemplo el cierre de una guardería municipal por una miseria de euros... los paralelismos parecen evidentes.

A ello podríamos sumar el efecto contagio

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Efecto contagio que parece ser buscan los promotores antipeatonalización ya que  sabiendo que hay convocada una concentración de apoyo a Gamonal en la Plaza de Navarra esta misma tarde por parte del Bloque Anticapitalista, los comerciantes quieren hacer coincidir el final  de una manifestación en contra de la peatonalización convocada por ellos mismos.  (Lean todas las entradas y comprenderán)


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¿Podría prender la chispa?  

El objetivo de los comerciantes es ese pero creemos que, pese a las aparentes coincidencias hay una diferencia sociológica de fondo: Gamonal es funamentalmente un barrio obrero y pese a la profunda desideologización que ha vivido la sociedad española durante estos años de falsa democracia todavía queda un poso cultural distinto que marca diferencias entre unas clases sociales y otras. 

El aroma a caspa que acompaña desde el principio la movilización antipeatonal en Huesca, sobre todo a sus promotores, ha impedido que obtenga un respaldo social importante de una población, la oscense, tan cabreada como  la burgalesa y que, naturalmente, también está indignada con los cambios que provoca la peatonalización azudados por un PSOE incosciente que no sabe que está jugando con fuego.

Porque están jugando con fuego, tanto los comerciantes como el PSOE ya que si la mecha de la movilización prende en una sociedad indignada y la peatonalización sirve de espoleta para que la bomba estalle... la rabia popular no respetará ni esos escaparates ni la hipocresía de unos políticos menguantes que tras una máscara cada vez más endeble, serán los primeros en reclamar ley y orden al gobernador civil y sus fuerzas antidisturbios.

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