Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

lunes, 17 de marzo de 2014

Inmediatez

Como son algunos lectores del blog.  Hace unos pocos días dábamos a conocer una interesante web que versa sobre España y sus excesos y, oh casualidad, alguien ha facilitado la información del Palacio de Congresos de Huesca a la mencionada página.

Lo cierto es que  la página es para visitarla con cierta calma y una calculadora a mano.

A propósito de la misma, un amable lector nos ha facilitado unos enlaces comentados que, por su magnitud comparada, nos han ha gustado y comenzamos semana con ellos.

La comparación es con una obra que ha generado un conflicto internacional, un pequeño seismo en la Bolsa de Madrid y la intervención de un par de gobiernos: nos referimos al sobreprecio del Canal de Panamá.

Aunque conocedores del asunto pueden leer un escueto resumen en titulares de la cronología del conflicto que en defintiva se resume en 1.200 millones de euros de sobreprecio.  Una auténtica barbaridad que generó debates en radios y televisiones, entrevistas, artículos de fondo, posicinamiento público de ingenieros y otros gremios, titulares de prensa, apertura de telediarios... en definitiva, todo un despliegue a los que nos tienen acostumbrados los medios libres de comunicación cuando quieren meternos algo en la cabeza.  Claro que allí tienen que unir dos oceanos mediante un canal con esclusas por las que puedan pasar superpetroleros y afecta a la economía mundial.  Eso quizá justifique el sobrecoste.

Mientras tanto, en España, con motivo de ese prodigio de la técnica y la comunicación que es el TAV, más conocido por AVE, ese modelo ferroviario absolutamente antieconómico se mire por donde se mire y  que ha provocado la desaparición del ferrocarril convencional (se lo pueden imaginar como el caballo de Atila), nos ofrece tramos con desviaciones que, sorpréndanse, son mayores que las del Canal de Panamá.  Sí, sí, mayores.

¿Cómo?  ¿Qué no sabían nada?  ¿Qué no han dado la matraca con este asunto?  ¿Qué no piden responsabilidades?  Pero qué dicen, si ha salido en la prensa libre española.  Claro, que hay formas y formas de contar las noticias, dando relevancia a las mismas o simplemente contarlas como una más, algo parecido a perro muerde a humano.

La obra estaba valorada en 1.000 millones pero se estima que, de momento, llegará a los 3.550 millones de euros.  A poco que sepan de cuentas verán que la resta de ambas cantidades supera, y en mucho, a la desviación de la obra del Canal de Panamá.  Pueden ampliar algo de información en la prensa regional ya que este asunto, la conexión de Castilla con Asturias, es local y no merece mayor atención.












En defintiva, no se corten y sigan realizando aportaciones.  Este es un blog colectivo, también con sus aportaciones.

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